El ministro de Educación, Raúl Figueroa, afirma que se dio prioridad a los liceos técnico-profesionales y a los cuartos medios. Para el presidente del Colegio de Profesores, Carlos Díaz, el plan de retorno fue ‘un absoluto fracaso’.
Por M. Hernández
Con la pandemia, y el consiguiente cierre de los establecimientos educacionales, el Ministerio de Educación ha reiterado durante el año la necesidad de reabrir los recintos en la medida que las condiciones sanitarias lo permitan. Y la cartera mantendrá dicho foco pensando en 2021.
Durante este año, según datos del organismo, hubo un avance en esa línea: 1.604 planteles volvieron a tener clases presenciales. De ese global, 903 son colegios (10% del total) y 701 corresponden a enseñanza parvularia. Además, mil de ellos están en la Región Metropolitana, seguidos por Valparaíso (164) y Coquimbo (82).
El ministro de Educación, Raúl Figueroa, afirma que el resultado es ‘positivo’ y destaca que dado el contexto sanitario, ‘el hecho de contar con más de 1.600 establecimientos que lo hicieron en todo el país nos permitió darles a esas comunidades una posibilidad de mitigar los efectos del covid-19, pero además utilizar esa experiencia para poder proyectarla de manera segura al resto del sistema’.
A juicio del secretario de Estado, el plan de reapertura se centró en dos grupos: los técnico-profesionales y los cuartos medios. En el primer caso, de los 937 liceos TP que existen en el país, regresaron 205 (22%). A nivel porcentual, Ñuble reabrió más liceos TP (18 de 41, 41% del total), seguido por Coquimbo, con 15 de 42 (36%); la RM, con 102 de 288 (35%); y Valparaíso, con 24 de 90 (27%).
Sobre los cuartos medios, el retorno representa un 22% de los establecimientos con este curso a nivel nacional. En este caso lideró la RM, con 352 de 1.026 (34%); Ñuble, con 26 de 91 (24%); Valparaíso, con 88 de 374 (24%); y Coquimbo, con 35 de 148 (24%).
Figueroa reitera que haber terminado el año ‘y que no haya sido noticia un eventual rebrote en el sistema escolar nos muestra que es posible combinar la presencialidad con el cuidado. Esa es la clave’. Añade que, frente a eso, ‘todos, incluso los que estuvieron en contra de este proceso, debiesen estar obligados a reconocer un hecho concreto y es que era posible hacer ese esfuerzo que benefició a un grupo de alumnos’.
Apoyos y críticas
El presidente del Colegio de Profesores, Carlos Díaz, discrepa de la postura del Mineduc y afirma que ‘la política y el deseo de la autoridad de reabrir y volver a clases presenciales en el sistema educativo chileno han sido un absoluto fracaso’. Enumera las veces que el Ejecutivo ha intentado retomar las clases presenciales, como en abril, mayo y otras fechas del año y, asegura, ‘lo que queda claro es que nada de esto se ha logrado’.
Además, asegura que las cifras expuestas por el Mineduc ‘son bastante engañosas y no dan cuenta de la realidad’, ya que incluyen a jardines infantiles privados ‘donde asisten 10 o 20 niñitos, y eso no es un colegio (.). Y en aquellos poquísimos colegios, liceos o escuelas donde han logrado reabrir las clases presenciales el porcentaje de alumnos que asiste es absolutamente minoritario’, dice.
‘Tenemos datos de escuelas como en Chillán o Pirque, que de 400 alumnos van 20 o 30, y para ellos (Mineduc) eso es un triunfo’, comenta el dirigente gremial.
Díaz plantea que, considerando las 11.451 escuelas del país, ‘la apertura de más de mil es bastante poco respecto del universo que ellos aspiraron a abrir en su momento’.
En tanto, la directora ejecutiva de Acción Educar, Magdalena Vergara, afirma que esta experiencia ‘es muy relevante y cada escuela que abría era un éxito importante y lo hacía para apoyar de mejor manera a sus estudiantes’, con el antecedente de que las clases remotas dificultan los aprendizajes y las brechas de educación en los distintos niveles socioeconómicos del país. Y resalta que este balance del Mineduc ‘da cuenta de que una apertura para el próximo año es posible y que por supuesto se puede seguir fortaleciendo y va a representar una experiencia valiosa para aquellos que no pudieron reabrir sus aulas’.
Para la directora ejecutiva de Educación 2020, Alejandra Arratia, ‘el porcentaje de colegios que abrió fue reducido. Ahora, tuvimos un año excepcional. Quizás el énfasis debería ser en cómo a partir de los planteles que lograron abrir este año, podemos aprender, sacar lecciones, mejores prácticas, para que el próximo año pueda haber una apertura más masiva’. Eso sí, enfatiza la necesidad de garantizar las condiciones sanitarias, por lo que reitera la relevancia de ‘avanzar en construir confianzas’. En ese sentido, propone ‘espacios de participación donde los distintos establecimientos puedan tener una voz en las definiciones y lineamientos que se vayan tomando’.