Caída se explicaría por la ampliación de la gratuidad a las instituciones técnicas. Ayer, el subsecretario Raúl Figueroa dio luces de cómo sería el nuevo préstamo estudiantil.
La sesión que ayer tuvieron los diputados de la comisión de Educación fue tensa. La instancia fue citada para hablar del Crédito con Aval del Estado (CAE) y por varios minutos jóvenes sostuvieron carteles aludiendo a problemas con el préstamo que piden derogar.
Pero cuando el subsecretario del ramo, Raúl Figueroa, expuso los lineamientos del proyecto que cambiará el CAE, un ex dirigente de los secundarios levantó un afiche criticando a la autoridad. “Representante de Laureate”, se leía, haciendo alusión al trabajo que tuvo hace nueve años en la U. Andrés Bello. Y eso retrasó la cita, e incluso hubo acusaciones de “show”.
Con todo, Figueroa sí pudo exponer que habrá un nuevo préstamo donde no esté la banca, y reafirmó que en el país “se necesita un sistema de créditos”, pues aún hay quienes lo requieren para financiar sus estudios.
Según las últimas estadísticas de la Comisión Ingresa -entidad que administra el crédito-, el año pasado hubo 65.927 jóvenes que pidieron el préstamo por primera vez. La mayoría de ellos asiste a universidades privadas (31 mil) y a institutos profesionales (18 mil).
La cifra de solicitantes es, eso sí, 26,6% inferior a la registrada en 2016, cuando 89 mil alumnos pidieron el financiamiento por primera vez. También es 30% más baja que en 2015, cuando 94 mil solicitaron el préstamo.
Según Mathías Gómez, investigador de política educativa de Educación 2020, la caída se debería a que en 2017 “la gratuidad comenzó a aplicarse en los institutos y centros de formación técnica, algo que no había pasado en los años anteriores”.
El experto adelanta que este año, en que la gratuidad será para quienes pertenecen al 60% más vulnerable de la población, la solicitud de créditos debiese caer nuevamente. Pero la baja sería “a la par entre universidades e institutos profesionales, e incluso en las universidades podría ser un poco más, porque son ellas las que tienen a los estudiantes de los deciles más altos”.
Daniel Rodríguez, director ejecutivo de Acción Educar, plantea que desde el año pasado “los instrumentos se están complementando: el CAE es menos necesario en los deciles más bajos y en el mundo técnico, y empieza a abrirse la posibilidad de que otros deciles recurran al beneficio”. Según las estadísticas, las peticiones de CAE aumentaron sobre todo en el 4° quintil de ingreso (de 12 mil a 18 mil).