Universidades son las únicas del sistema que crecen en número de estudiantes. Expertos difieren sobre el efecto que puede haber tenido la gratuidad sobre este fenómeno.
Desde 1983 que el registro del sistema de educación superior mostraba un aumento sostenido en el número de estudiantes, hasta 2017.
Según los datos presentados ayer por el Consejo Nacional de Educación (CNED), este año es el primero en que se registra una caída en la matrícula del sistema.
En 2016, esta llegó a 1.168.901 estudiantes, y bajó a 1.162.306 este año, lo que representa una caída del 0,6%.
Así lo expuso el presidente del CNED, Pedro Montt, quien atribuyó la disminución a factores principalmente demográficos. Sin embargo, el fenómeno no impactó igualmente a todos los tipos de establecimiento de la educación superior, pues mientras las universidades siguen aumentando su número de alumnos, son los institutos profesionales (IP) y los centros de formación técnica (CFT) los que ven reducido su número de alumnos.
Donde se aprecia en mayor medida este fenómeno es en la matrícula de primer año de los planteles no adscritos a la gratuidad. Mientras las universidades crecen en más de dos mil alumnos, los IP caen en más de siete mil estudiantes; y los CFT, en más de cuatro mil (ver infografía).
Consultada sobre este punto, la jefa de la División de Educación Superior del Mineduc, Alejandra Contreras, sostiene que “aún es pronto para evaluar si se trata de una tendencia o de una situación puntual”, ya que durante los años previos a 2017 la evolución en la matrícula de los planteles técnicos experimentó un “alza sostenida”.
Efecto de la gratuidad
Si en 2016 había 30 universidades con gratuidad, este año son 32 las que tienen el beneficio. A estas se suman seis institutos profesionales y la misma cantidad de centros de formación técnica.
El beneficio creado en este gobierno asoma como un factor relevante a la hora de analizar la matrícula de las instituciones, sobre todo la de los últimos años. Raúl Figueroa, director ejecutivo de Acción Educar, afirma que la gratuidad incide en la evolución de estos datos. “Teniendo Chile un sistema de libre elección, la gratuidad puede significar cambios en los incentivos de los estudiantes que, en algunos casos, pueden optar por estudiar en la universidad”, en desmedro de la educación técnica.
Pero el investigador de la U. Diego Portales José Joaquín Brunner difiere, aseverando que “la gratuidad no explica nada, ni a favor ni en contra”, aunque añade que “uno debiera esperar que con la gratuidad creciera el número” de personas en la educación terciaria.
Por su parte, el investigador de Educación 2020 Mathias Gómez cree que la gratuidad no ha afectado el total de la matrícula, aunque “sí ha cambiado su composición”.
Y añade: “Ha habido un cambio en las instituciones que han acogido la gratuidad, ya que, en general, han subido su matrícula. Las que han perdido alumnos son las instituciones que no están en la gratuidad, concentradas en su mayoría en institutos profesionales”.
Impacto del cambio demográfico
Si bien la baja en el número de alumnos resulta inédito, los expertos afirman que se trata de un fenómeno claramente previsible.
“En un sistema de estas características uno no debiese esperar fuertes incrementos en la matrícula, porque ya tenemos una muy buena cobertura”, asegura Figueroa, de Acción Educar.
En la misma línea, Brunner expone que “Chile ha alcanzado una cobertura prácticamente generalizada a nivel de la educación superior, una de las más altas del mundo”, lo que es corroborado por las estadísticas de la OCDE, que muestran que Chile tiene la cuarta mayor cobertura en educación terciaria del grupo de países que componen la organización.
Según Figueroa, los cambios poblacionales en el país -donde se ha ido reduciendo el número de hijos por mujer, lo que provoca un envejecimiento de la población- incidirían en los actuales resultados. “Los cambios demográficos y la natalidad ya empiezan a notarse”, explica.
Con esto, agrega, “ya hay menos egresados de la enseñanza media; por lo tanto, es natural que eso se refleje en la baja de la matrícula de la educación superior”.
El argumento de Figueroa es compartido por el propio presidente del CNED. Según Montt, el sistema se encuentra en un nivel de “maduración”. Esto hace prever que en el futuro la matrícula no crezca y se estabilice, dice.
Para Brunner, la baja que registraron los planteles técnicos no tiene real importancia. Dice que las cifras “son tan marginales que no se podrá encontrar una razón fundamental”.
Menos egresados
Al igual que los expertos, Alejandra Contreras sostiene que la baja de 0,6% “se explicaría por la disminución de la población de entre 15 y 24 años y, por consiguiente, de los egresados de cuarto medio”. En cuanto a la gratuidad, la jefa de la división de Educación advierte que el beneficio “ha sido un factor relevante a la hora de elegir dónde estudiar”. Esto se evidencia, a su juicio, en el aumento en la matrícula de instituciones adscritas a esta política.