A una disminución en los conocimientos y habilidades adquiridas se suma el riesgo de desmotivación y posterior deserción. Niños con dificultades para socializar y falta de ejercicio son otras posibles consecuencias.
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El director de Estudios de Acción Educar, Manuel Villaseca, se refirió al posible riesgo de deserción frente al estar dos meses fuera del aula. “Cuando la inasistencia grave, que es faltar dos o tres días durante el mes, se repite y se convierte en ausentismo crónico, la probabilidad de deserción escolar aumenta bruscamente. Esto ha sido documentado en forma amplia por la literatura relacionada. En el caso de paralización de actividades forzada, un estudio con evidencia de Colombia mostró que los paros de profesores perjudican permanentemente los aprendizajes en matemáticas y comprensión lectora. Otro estudio realizado con datos de Bélgica demostró que los paros docentes aumentan las probabilidades de deserción y repitencia”.
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