El Presidente afirmó que se está haciendo una “reparación”, ya que este sector no ha recibido el apoyo que se merece. La ampliación del beneficio no produciría las mermas que sí habría en las universidades.
Hace nueve años que Denisse Guzmán terminó el colegio, pero recién en marzo esta madre de dos niños comenzó a estudiar para ser asistente de educador de párvulos. “Postulé y me resultó la gratuidad”, cuenta la joven, quien añade que antes no había ingresado a un instituto, “porque no tenía los medios. Donde vivo es un sector más vulnerable”.
Por eso, ayer celebró que el Gobierno enviara un proyecto para ampliar la gratuidad a quienes estén en el 70% más vulnerable de la población y asisten a planteles técnicos sin lucro y con más de cuatro años de acreditación. “Le están dando la oportunidad a gente que, como yo, quiere salir adelante”, dijo.
El Presidente Sebastián Piñera aseguró que con este proyecto se beneficiarán cerca de 13 mil nuevos estudiantes, con un costo anual cercano a los $19.527 millones. En total, el próximo año serían 167 mil los alumnos de centros de formación técnica (CFT) e institutos profesionales con gratuidad.
“El paso que damos es un reconocimiento y una reparación. Reconocimiento de la fuerza indispensable para nuestro desarrollo (…). Y reparación, tanto de una injusticia como de una miopía de nuestro país”. Esto, porque según Piñera, en el último tiempo ha habido una “desigualdad de trato del Estado hacia los estudiantes técnicos”.
De acuerdo con datos oficiales, en los últimos años, de los fondos destinados a educación superior, cerca del 80% ha sido para las universidades. El año pasado, cuando la gratuidad llegaba al 50% más vulnerable, se destinaron $460 mil millones para la gratuidad de los 168 mil universitarios. Y hubo otros $165 mil millones para la gratuidad de 93 mil técnicos profesionales.
Avance del beneficio al 90% más vulnerable
El ministro de Educación, Gerardo Varela, precisó que el avance del beneficio hacia los siguientes deciles será según el crecimiento económico.
El Mandatario se comprometió durante su campaña con el senador Manuel José Ossandón para ampliar el beneficio a los alumnos del 90% más vulnerable de la educación técnica.
Según la información entregada por el Ejecutivo luego del acto en La Moneda, la iniciativa es “un primer paso para cumplir con nuestra promesa de avanzar progresivamente hasta alcanzar un 90% de gratuidad para los estudiantes técnico-profesionales más vulnerables”. El parlamentario de Chile Vamos señaló que quien esté contra la política, “tiene que asumir las consecuencias ante los jóvenes”. Agregó que este proyecto “va a hacer que mucha gente salga de la pobreza, se desarrolle, sea feliz”.
En tanto, el diputado UDI Jaime Bellolio afirmó que “así como el gobierno pasado los dejó (a los técnicos) un año atrás (en el acceso a la gratuidad), nosotros queremos dejarlos un año adelante”.
Con todo, la presidenta de la comisión de Educación del Senado, Yasna Provoste (DC), sostuvo que los 13 mil nuevos beneficiados que habrá “están muy lejos de lo que avanzamos en el gobierno de Bachelet”. Por lo que invitó al actual gobierno “a hacer un mayor esfuerzo. Hoy Chile tiene mayores recursos para poder avanzar y poder invertir en educación de manera conjunta, en primera infancia y en >educación superior”.
¿Y los universitarios?
El director ejecutivo de Acción Educar, Daniel Rodríguez planteó: “Por el buen uso de los recursos, está bien que el proyecto solo establezca el avance de la gratuidad hasta el 70%”, y no así hasta el 90%”.
No obstante, indicó que hay una complicación con la iniciativa, pues, “necesariamente lleva a hacerte la preguntas sobre cuál es la diferencia del 70% más vulnerable que está en los CFT y los institutos, y el 70% que está en las universidades”, y que no tendrá gratuidad. Según Rodríguez, “ambos estudiantes son igual de valiosos, de vulnerables, y necesitan el mismo apoyo. Pero el hecho de que este diseño lleve a hacer estas preguntas es un problema”. Advirtió que más adelante se debería hacer un análisis constitucional de si hay discriminación arbitraria.
El experto expuso que ampliar la gratuidad al 70% en las universidades “es muy caro, por algo la reforma fija ciertos parámetros del PIB tendencial para que el país sea capaz de sustentar eso. Además, es tremendamente gravoso para las universidades que entrarían en un volumen de déficit inmanejable”. Así, puntualizó que el Ejecutivo, “con esta propuesta acelera la discusión de un problema que estaba pospuesto por condiciones estructurales”.