Los expertos señalan que esto se traduce en el buen desempeño que ha mantenido la red desde su implementación. Por eso, también ha crecido el interés de estudiar en estos recintos.
D. Gotschlich y M. Hernández
Ayer fue el día que más de 200 mil jóvenes esperaron por más de un mes, ya que a las 8:00 horas se dieron a conocer los resultados de la Prueba de Transición Universitaria (PTU).
En el balance realizado por las autoridades de educación, se destacó el aumento de los puntajes máximos nacionales, así como una disminución de la brecha socioeconómica que históricamente ha reflejado el examen, debido a una leve reducción entre los puntajes promedio de los colegios particulares, subvencionados y municipales, con énfasis en los científico-humanistas con los técnico-profesionales (ver página C 2).
En ese sentido, también se observó un alza en el rendimiento de los alumnos de liceos Bicentenario: según el análisis de datos generados por la Universidad Católica de Valparaíso, de los 10.354 estudiantes que rindieron las pruebas, 1.476 obtuvieron un promedio de 600 puntos o más, lo que representa el 14,2% de su matrícula.
María Paz Arzola, coordinadora del programa social de Libertad y Desarrollo, plantea que “estos resultados se suman a otros que hemos observado anteriormente y dan cuenta de que la política de los liceos Bicentenario ha sido súper positiva para la educación pública. Ha permitido extender las oportunidades de acceder a una educación en la excelencia y los valores de responsabilidad, las altas expectativas, el compromiso de las familias y los estudiantes, y en general, de toda la comunidad educativa. Eso se traduce en una manera de hacer las cosas que da frutos”.
La ingeniera comercial destaca que esta mejora en los resultados de los establecimientos Bicentenario también se ha plasmado en la preferencia de las familias y apoderados: “Se evidencia en los diversos indicadores que uno puede examinar, como las postulaciones, donde efectivamente se muestra una mayor preferencia”.
Arzola añade que estos liceos “muestran que los valores son apreciados por las familias y con razón, porque dan buenos resultados; les abren las puertas a los alumnos para poder acceder a la educación superior, para tener un mejor futuro”.
De hecho, las familias y el sistema educacional han mostrado interés por pertenecer a esta red. En octubre del año pasado, 407 establecimientos de 195 comunas en Chile postularon al proceso 2020 para convertirse en liceos Bicentenario. Eso representó 100 proyectos más que en 2019 (307), es decir, 32,6% más de peticiones.
Lo anterior se tradujo en que se escogiera un total de 120 planteles para sumarse y así, desde 2021, la red de colegios Bicentenario estará a lo largo de Chile con 320 planteles. Esto representa una cobertura del 65% de las comunas del país.
En su momento, el Presidente Sebastián Piñera dijo que esta política educativa genera adhesión, porque se basa en una esfuerzo mancomunado entre los estudiantes y las familias con la comunidad escolar. Y reiteró que “ha sido una de las políticas públicas más exitosas en la educación chilena de las últimas décadas”.
Coincide con este punto el investigador Pablo Arias, de Acción Educar, quien considera que el desempeño es ” parte de la tendencia que han mostrado (los Bicentenario) desde su creación: tienen mejores rendimientos que sus pares municipales que no tienen el sello Bicentenario”.
En ese sentido, opina que “con el anuncio de creación de 100 nuevos Bicentenario en los próximos años, es de esperar que sigan mejorándose los resultados en este tipo de prueba, así como que se entreguen mejores oportunidades para los alumnos de buen rendimiento en sectores vulnerables”.