En 2016 hubo 15 planteles que tuvieron casi $21 mil millones menos en sus ingresos, debido a que lo entregado por el Mineduc fue inferior a lo que captaban por aranceles.
El anuncio que hizo hace un año la Presidenta Michelle Bachelet fue que en 2018 el 60% de los alumnos más vulnerables estudiaría gratis en universidades e institutos técnicos. Y ante esa posibilidad, un grupo de planteles privados señaló, esta semana, que evaluaría su continuidad en la política, pues se podrían producir déficits mayores a los que ya tuvieron durante el primer año del beneficio.
Según antecedentes del Mineduc, el año pasado, 15 de las 30 universidades que estaban adscritas en la política presentaron una brecha financiera total de $21 mil millones, siendo la más afectada la U. Diego Portales ($4 mil millones).
Con esos antecedentes, Acción Educar analizó estos 15 planteles que ya tuvieron déficit y estimó cuál sería su nueva brecha financiera si la gratuidad pasa del 50 al 60% de los alumnos más vulnerables. Esto, gracias a datos de composición socioeconómica de planteles obtenidos a través de Ley de Transparencia y promediando los aranceles de las carreras.
Raúl Figueroa, director ejecutivo de la fundación, asegura que con esos supuestos, la brecha llegaría a $25 mil millones (ver infografía); esto, sin considerar el fondo por investigación que creó solo para las universidades privadas. El déficit es un 20% más del que se registró el primer año.
Según Acción Educar, la brecha en la UDP podría llegar a los $5.600 millones, mientras que en la U. Autónoma, la merma sería cercana a los $4.800 millones (ver infografía).
Según Figueroa, el aumento del déficit “se explica por las restricciones asociadas a la gratuidad, que parte de la base de fijar aranceles que son menores a lo que efectivamente las universidades necesitan para financiar sus proyectos”.
El experto añade que en las universidades “hay una mayor representación de alumnos de los deciles superiores que de los deciles inferiores, y por eso no es raro que estos resultados se produzcan”, asegura Figueroa.
Con todo, en los últimos días el Mineduc ha señalado que está en estudios para ver cómo compensar las futuras brechas.
Comparando aportes
Según el encargado, los resultados de las estimaciones son preocupantes, pues el monto proyectado es similar a lo que antes entregaba el Estado por concepto de Aporte Fiscal Indirecto (AFI).
“Estamos hablando de un déficit similar a lo que era el AFI, y que las instituciones han manifestado con fuerza que eran recursos necesarios para poder mantener la viabilidad de sus proyectos”.
El encargado agrega: “Consideramos que estos recursos son importantes, sobre todo para mantener la calidad de los proyectos que estas universidades ofrecen. (La falta de estos) No significa que vayan a desaparecer, ni nada por el estilo, pero sí merma la posibilidad de desarrollo futuro”.
Para Figueroa, los menores ingresos afectan “fundamentalmente a universidades que tienen una misión más compleja: mientras más evolucionado sea su proyecto, estos déficits más las van a afectar, porque se ven obligadas a limitarse a la docencia, y eso dificulta el desarrollo en otras áreas”.