Por: Margherita Cordano.
Además de posibles retrocesos en los aprendizajes y un aumento en la deserción, se corre el riesgo de que familias con actitudes sexistas influyan más en sus hijos. Los especialistas también temen por los adolescentes, etapa en que las interacciones sociales son claves para el desarrollo del cerebro.A principios de semana, la Organización de Naciones Unidas pidió a los países dar preferencia a la reapertura de colegios apenas las condiciones lo permitan. ‘Una vez que la transmisión local de covid-19 esté controlada, devolver a los alumnos a la escuela e instituciones de enseñanza de la manera más segura posible debe ser una de las prioridades fundamentales’, dijo el secretario general de la ONU, António Guterres.
En su discurso, Guterres explicó que el mundo enfrenta una ‘catástrofe generacional’ a causa del cierre de escuelas, dando a entender que se está desperdiciando potencial humano, y poniendo énfasis en que las desigualdades -muchas de ellas ya arraigadas- solo irán en aumento si no se toman medidas.
Aquí, analizamos el impacto que supone que los estudiantes no asistan a clases presenciales.
1. Deterioro de los aprendizajes
Según una investigación del Instituto IFO de Investigación Económica de Alemania, durante la suspensión de clases presenciales los estudiantes de ese país dedicaron un 50% menos de tiempo a las actividades de aprendizaje, pasando de más de siete horas diarias dedicadas a temas escolares, a casi cuatro.
La falta de intercambio de conocimientos se considera grave, considerando que a nivel global y previo a la pandemia, solo una cuarta parte de los alumnos de enseñanza media terminaban sus estudios con competencias que se consideran básicas.
En el caso de Chile, prepandemia ya preocupaba que casi dos de tres niños que terminaban 2° básico no entendieran bien lo que leen, mientras la mitad de quienes tienen 15 años no manejaran conceptos esenciales de matemáticas.
‘Se ha visto que en el verano, los niños retroceden hasta medio año de lo que aprendieron el año anterior por faltas de estímulo, esto principalmente en sectores socioeconómicos donde hay menos oportunidades. Entonces, esto es como tener cuatro veranos juntos, lo que se suma al estallido social, que antes cerró varias escuelas’, indica Susana Claro, doctora en Economía de la Educación en Stanford y académica de la Escuela de Gobierno de la U. Católica.
2. Aumento de brechas escolares
‘Hay evidencia mundial en base a pandemias (anteriores) más acotadas. Cuando ha habido cierre de colegios, organismos como Unicef o la OCDE han ido detectando que el efecto no es homogéneo’, plantea Juan Pablo Valenzuela, académico del Instituto de Estudios Avanzados en Educación e investigador del CIAE de la U. de Chile, a propósito de la diferencia que se produce entre quienes tienen y quienes no tienen condiciones que permiten un mejor estudio desde la casa -desde contar con luz, hasta tener un escritorio-, así como quienes pueden verse respaldados por apoderados con cierto capital cultural, o tienen acceso a un computador.
‘Un estudio a partir de un programa online de matemáticas en EE.UU. muestra que, desde mayo, los estudiantes de menores ingresos han disminuido su progreso en el curso de matemática en 36%, mientras que los estudiantes de altos ingresos lo han aumentado en 45,4%’, ejemplifica Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar.
Vergara también recuerda que tener acceso a un computador no es lo único que hace la diferencia. ‘La educación virtual requiere de habilidades complejas, que son dispares en los niños, como la autorregulación y la autonomía. Lo anterior podría aumentar la brecha de aprendizajes entre los propios compañeros’.
3. Crece el peligro de abusos
Mantener a los niños en sus casas y con responsabilidades escolares a distancia ‘los expone, junto a sus familias, a altas dosis de estrés, preocupación y ansiedad, aumentando la exposición de niños, niñas y jóvenes frente a eventuales hechos de violencia doméstica y sexual en contextos de cuarentena’, indica un informe recién publicado, realizado por Juan Pablo Valenzuela a propósito de la pandemia y la eventual reapertura de las escuelas.
4. Mayor riesgo en salud mental adolescente
Un artículo publicado por la revista Lancet Child and Adolescent Health, que incluye las voces de especialistas del MIT y la U. de Cambridge, advierte que durante la adolescencia, el entorno social y las interacciones con compañeros son importantes para el desarrollo del cerebro, la salud mental y el sentido de sí mismo. Por esta razón, la interrupción del contacto cara a cara podría tener consecuencias a largo plazo en ellos. De hecho, el texto recuerda que los jóvenes son especialmente vulnerables a problemas de salud mental, y que el 75% de los adultos que alguna vez han presentado una condición asociada, dijeron haber experimentado los primeros síntomas antes de los 24 años.
5. Prolongación del sexismo
Académicos de la U. Abierta de Cataluña advirtieron en una publicación en la revista International Journal of Social Psychology, que al no estar socializando constantemente con otros, la opinión de familias con actitudes sexistas podía influir más en sus hijos, especialmente en su elección de carrera.
‘Las mujeres son particularmente propensas a encontrarse con este tipo de situación, porque se enfrentan con mayor frecuencia a actitudes sexistas sobre sus habilidades en materia de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas’, se alerta.
6. Falta de motivación y deserción
La Unesco teme que ante una situación laboral más precaria y desmotivación debido a la falta de clases presenciales, 24 millones de alumnos de todos los niveles en el mundo abandonen las salas de clases de forma permanente. ‘En Chile, el Ministerio de Educación estimó que habrá 80 mil niños adicionales abandonando los colegios’, dice Susana Claro. ‘Y el 2019 ya había 66 mil que estaban fuera’.
Los niños con necesidades educativas especiales que no han podido ser diagnosticados podrían verse especialmente frustrados.
7. Menor desarrollo físico
‘Se invitó a los niños a hacer challenges’, dice la psicóloga Carla Cerda, de la red de colegios Cognita, a propósito de los desafíos de actividad física que han estado enviando a sus alumnos por video. ‘Son cosas como quién se mantiene saltando más tiempo, quién puede hacer lagartijas, o cómo hacen un baile’, explica al respecto. Esto, ya que la falta de actividad física (que se puede acrecentar por la mayor exposición a pantallas) es un tema que preocupa a los colegios, un lugar donde los niños no solo practican deportes, sino que tienen acceso a patios para explorar.
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