El porcentaje llega a 52% si se consideran todas las postulaciones, incluyendo a recintos con cupos de sobra y, por ende, donde no aplicó la asignación aleatoria.
La tarde del martes había incertidumbre en muchos hogares: ese día, los padres conocieron los resultados del Sistema de Admisión Escolar (SAE).
El proceso, que sumó por primera vez a la Región Metropolitana, tuvo 483.070 postulantes. El 52% quedó en el primer colegio que puso en su lista. El año pasado, fue el 59, 2%.
Pero si se mira lo que ocurrió con las familias que encabezaron sus postulaciones con un colegio con más demanda que cupos, ese porcentaje desciende a 36%.
Cuando un establecimiento tiene vacantes suficientes, todos los alumnos deben ser aceptados. Si no las posee, el sistema usa el algoritmo que considera los resultados del ordenamiento aleatorio, criterios de prioridad y las preferencias de las familias.
Cerca de 355 mil postulantes (74% del total) pusieron en primera preferencia a un recinto con más interesados en ingresar que vacantes disponibles.
‘Cuando vemos que solo un 36% queda en el colegio de su preferencia, se entiende el malestar de muchos apoderados que sienten que han perdido, y no ganado, libertad para elegir’, señaló ante este dato la ministra de Educación, Marcela Cubillos.
Los resultados muestran claras preferencias. Los particulares subvencionados tuvieron en promedio 328 postulaciones, versus las 96 que recibieron los municipales. Ayer, en una jornada de paro docente, la ministra recalcó que tener clases es clave para potenciar el atractivo de la educación pública: ‘Cuando vemos lo que pasó con el paro de profesores, un mes y medio sin clases… Los colegios particulares subvencionados prácticamente no perdieron ni un solo día’.
En el nivel secundario, los colegios de alta exigencia -que pueden seleccionar a un porcentaje de sus alumnos, de forma transitoria- registraron un promedio de 938 postulaciones. En los liceos Bicentenario, la cifra llega a 568 y, de hecho, el recinto que mayor interés genera en el país es uno de ellos: el Óscar Castro, ubicado en Rancagua, que tuvo 1.511 postulantes.
El proceso no ha terminado, ya que las listas de espera pueden moverse y también hay una fase complementaria de postulación. Estas fechas serán claves para los 50.209 niños que aún no son asignados a ningún colegio.
Fue el caso del hijo de Daniela Zapata. ‘El sistema no nos convence’, lamentó la madre, que acusa que otros pusieron más abajo el colegio que ella puso en primer lugar, y quedaron.
En promedio, cada familia postuló a 3,2 colegios, igual que en 2018. Andrés Palma, exsecretario para la reforma educacional del gobierno de Michelle Bachelet, afirmó que ‘el mejor año habíamos logrado 3,6 postulaciones por familia. Los resultados, en síntesis, son bastante buenos, pero faltó una mejor campaña de información’.
Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar, añadió que ‘si un padre no comprende la razón de que su hijo no haya quedado en un colegio y ve que eso se repite, puede generar una sensación de injusticia. Es clave ver cómo mejoramos los mecanismos de información y de asignación’.
Rendimiento destacado
Entre los niños con mejores notas, pocos recibieron buenas noticias. Del total de estudiantes pertenecientes al 5% de mejor rendimiento académico en su colegio de origen -de 7º básico en adelante- solo 34% quedó en su primera opción.
‘Es fuerte ver que el 66% de los mejores alumnos no queda en el colegio de su elección’, señaló Cubillos.
Este año, el Mineduc trató de modificar el SAE para permitir la selección por mérito en establecimientos de alta exigencia académica o especialización temprana. Sin embargo, el proyecto de ley fue rechazado.
Para revisar el sistema e impulsar eventuales ajustes, el ministerio anunció la realización de cabildos, donde los apoderados podrán expresar su opinión.