Daniel Rodríguez, director ejecutivo de Acción Educar, advirtió sobre los riesgos para la sostenibilidad financiera de las universidades. Además afirmó que el nuevo instrumento “equivale a un tributo o impuesto” y crearía “una especie de diseño de solidaridad forzada”.
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El director ejecutivo de Acción Educar, Daniel Rodríguez, abordó los que, a su juicio, son los aspectos positivos y negativos del proyecto que crea un nuevo instrumento de Financiamiento Público para la Educación Superior (FES).
Por un lado, Rodríguez destacó que el Gobierno propone una estrategia muy agresiva de cobranza. “Hay un elemento de condonación, a nuestro modo de ver, menor, pero eso es positivo. Y al mismo tiempo hay un elemento de cobranza estatal que se plantea como muy eficiente”, dijo.
No obstante, independiente de valorar algunos elementos, advirtió que el “proyecto muestra un extravío del Ministerio de Educación en las prioridades”, y criticó los eventuales riesgos para la sostenibilidad financiera de las universidades.
“Si bien el sistema de cobranza puede parecer positivo para la condonación, no lo es en el caso del nuevo instrumento, porque equivale a un tributo o impuesto. (…) Se crea una especie de diseño de solidaridad forzada o un sistema de reparto. En el fondo, muchas personas, (…) van a tener que llevar en su espalda el financiamiento del sistema de educación superior a través de un impuesto”, señaló.