Emol: ¿Marzo, abril o mayo? Voces de educación proyectan cuándo debe ser el retorno masivo a clases presenciales

El 1 de marzo está fijado el inicio del año escolar. Hay cierto consenso en que, al menos al comienzo, el regreso a las aulas debiera ser voluntario, flexible y gradual.

Por N. Ramírez

A solo dos semanas de que se inicie el año escolar 2021 y mientras la vacunación contra el covid-19 avanza a gran velocidad en el país –el proceso para los profesores parte mañana–, se reactiva el debate sobre la forma en que se debieran retomar las clases a partir del 1 de marzo: si totalmente a distancia o con algún grado de presencialidad.

El ministro de Educación, Raúl Figueroa, dijo ayer que el inicio de la vacunación de los docentes y trabajadores de la educación “constituye una herramienta fundamental para que, junto a los protocolos y planes de funcionamiento que hemos desarrollado con los colegios, contemos con las mejores condiciones para dar inicio al año escolar de forma segura y con un sistema mixto”.

Mientras que el presidente del Colegio de Profesores, Carlos Díaz, fue enfático en señalar que “no están las condiciones en el mes de marzo para volver a clases presenciales” e hizo un llamado a los sostenedores a “proteger la vida y la salud de sus comunidades”. “Claramente marzo no es la fecha (…) veremos si en abril están las condiciones, veremos si en mayo”, agregó el dirigente, quien subrayó que eso debiera ocurrir solo en las comunas que estén en Fase 4. “(Tener la) pandemia controlada es fundamental para que se pudiera ir pensando en la posibilidad de poder abrir las escuelas”, afirmó.

De hecho, Rodolfo Carter, alcalde de La Florida –comuna donde ayer se comenzó a inocular a los profesores–, sostuvo que “no tengo ningún conflicto en reconocer que en marzo no se puede volver” a clases presenciales. “La ciencia dice que se requieren 28 días entre vacuna y vacuna, más siete, ahí recién se alcanza la inmunidad: 35 días. Si incluso partiéramos hoy día (vacunando a los docentes), la inmunidad teórica partiría a mediados del próximo mes. No es posible partir el primer día de marzo, matemáticamente es imposible”, sostuvo.

¿Marzo, abril, mayo o el próximo semestre? Hay diferentes visiones sobre cuándo pensar en un retorno más masivo a las aulas, aunque distintos actores ligados a la educación coinciden en que marzo debiera ser un mes en que prime la flexibilidad y voluntariedad.

En una carta al director, publicada este domingo en “El Mercurio”, el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, aborda el tema y afirma que “este retorno debe ser gradual, paulatino y enfocado en grupos prioritarios al interior de cada escuela, liceo y colegio, dentro de los objetivos que fijen las comunidades educacionales, con el apoyo ministerial”. Agrega que “es evidente que la escuela no debe retornar en las mismas condiciones que tenía antes de la pandemia” y que “el mes de marzo debe ser el inicio de la organización de este retorno flexible y progresivo del sistema educacional”.

También plantea que “la mesa de trabajo ministerial —a la que se espera que el Colegio de Profesores se incorpore a la brevedad— debe guiar los plazos y objetivos, dejando libertad a las propias comunidades educacionales, ya que estas conocen a sus estudiantes y familias”. Propone además que se conforme “una mesa de trabajo en cada establecimiento educacional, con la presencia de directivos, profesores, apoderados, funcionarios y estudiantes (…) para analizar todas las aristas del plan de retorno”.

Todos los alumnos o por turnos

Desde Acción Educar, en tanto, plantean que la inmunidad producto de la vacuna no debiera ser el factor a considerar para la reapertura, ya que “antes de que existiera la vacuna, expertos y organismos internacionales pedían la reapertura de establecimientos educacionales en los lugares en que la pandemia estuviese controlada”, debido al alto costo que implica para los niños, sobre todo los más vulnerables, no asistir a clases, señala a Emol Pía Turner, encargada de Proyectos de Acción Educar. Agrega que la experiencia, “tanto en Chile como en el resto del mundo”, ha mostrado que los colegios que han reabierto “no se han convertido en focos de rebrote cuando se implementan las medidas adecuadas”.

Por eso señala que durante el mes de marzo el objetivo debe ser que muchos estudiantes asistan a los establecimientos de manera presencial, aunque sea algunos días u horas a la semana. “Lo importante aquí es que el mayor número posible de niños y adolescentes se beneficie, aunque sea por pocas horas, de la interacción con sus docentes, asistentes de la educación y pares, que es un factor clave para su bienestar”, afirma Turner.

“Habrá algunos (colegios) que pueden recibir a todos sus estudiantes al mismo tiempo, a la vez que mantienen las medidas sanitarias, pero también habrá muchos que deberán implementar sistemas de turnos, en los que los estudiantes asisten algunas horas al colegio y se llevan actividades para continuar con el aprendizaje en la casa”, señala la experta.

En cuanto a un retorno más generalizado, dice que “eso tienen que determinarlo las autoridades sanitarias”, pero sostiene que “un retorno masivo a los colegios debe ser prioridad número uno y debiera de autorizarse antes del retorno masivo a otros espacios”. En su opinión, “sí es posible tener los colegios y jardines infantiles abiertos en fases previas a la 4, más si los docentes, que son los que presentan mayor riesgo de contagio en las escuelas, ya están vacunados”.

Proyecciones para mayo

En tanto, el diputado Hugo Rey (RN), miembro de la Comisión de Educación de la Cámara, plantea una modalidad más intermedia. Piensa que en marzo “la vuelta a clases tiene que ser voluntaria, como lo fue durante el año 2020”, y que los colegios que cuenten con las condiciones, y los apoderados estén de acuerdo, puedan abrir. “Yo soy partidario de entregar libertad a las comunidades educativas”, señala.

“Marzo, probablemente, puede ser un mes crítico, complejo, donde todavía va a haber la posibilidad de contagio masiva. Hay que pensar que recién en abril vamos a tener millones de personas con la segunda dosis, por lo tanto, el virus ya no va a pegar tanto ni generar las complicaciones de hoy día. Por tanto, yo soy partidario de que, al menos marzo, y probablemente parte de abril, esto continúe voluntario”, afirma.

En ese sentido, dice que comparte lo que hará el Municipio de Talca, donde “las clases van a comenzar no en marzo ni en abril, sino que probablemente en mayo, cuando ya esté todo más avanzado, más tranquilo, que es un poco lo que la gente le está pidiendo al alcalde, y a muchos otros alcaldes”.

Por su parte, la directora ejecutiva de Educación 2020, Alejandra Arratia, señala que “es importante que se puedan retomar las clases el 1 de marzo, aunque entendiendo que lo más probable es que sean, al menos durante el primer semestre, en un contexto más bien híbrido o mixto, en términos de que probablemente se van a combinar clases presenciales quizás para algunos niños, para algunos niveles, de acuerdo al espacio y al aforo”.

En esa línea, dice que “valoramos tremendamente que se haya adelantado el proceso de vacunación de los actores vinculados al mundo educativo, y esperamos que eso ayude a que se pueda ir tomando las decisiones para favorecer el retorno a clases presenciales lo antes posible”. Esto ya que “los estudiantes requieren ese espacio, también desde la perspectiva de la socialización, de ser parte de una comunidad, de tener una cierta rutina y experiencia pedagógica más permanente, aunque sea más breve y más acotada”.

De todas formas, dice que “es muy importante que esas decisiones se vayan tomando participativamente, para que todos los actores de la comunidad puedan tener tranquilidad y confianza en que el proceso se va dando de una forma que recoge las inquietudes, las necesidades y las preocupaciones de las distintas comunidades”.

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