Los profesores cumplen hoy 26 días de paro indefinido en rechazo al proyecto de Carrera Docente presentado por el Gobierno, que también significa casi un mes sin clases para los alumnos y alumnas que asisten a los establecimientos movilizados.
Ante esto, expertos advierten sobre los efectos que podría generar esta situación en el aprendizaje de los estudiantes, sobre todo, luego que algunos alcaldes plantearan que la recuperación de clases es “inviable” si la movilización de los docentes continúa.
Para la investigadora de Política Educativa de Educación 2020, Nicole Cisternas, la inasistencia prolongada a clases perjudica los logros de los objetivos de aprendizaje que establece el actual currículo escolar.
“En algunas áreas son bastante específicos y a veces pueden ser sobrecargados, eso significa que puede haber diversos objetivos que los niños no van a poder alcanzar, o bien, van a tener que trabajar con menor profundidad”, sostuvo.
En cuatro semanas un profesor puede avanzar hasta en dos unidades de materia por asignatura. Matemática, ciencias, o la lectoescritura serían las áreas más afectadas debido a que contienen aprendizajes “progresivos”, es decir, dejar de recibir estos conocimientos por un determinado tiempo, o bien, absorberlos de forma más rápida que lo recomendado puede dificultar la comprensión de los objetivos siguientes.
“En el caso de niños más pequeños es complejo porque requieren de un proceso más estable, de ciertas rutinas que tienen que ver con la adquisición de la lectura. No todos los escolares aprenden al mismo tiempo, se requiere de atención personalizada”, indicó Cisternas.
Y añadió que “en el período en que se da este paro muchos niños están empezando a leer por lo que este proceso se detiene. No es insalvable, pero es mucho más difícil de recuperar, especialmente, en los niños de primero básico”.
Respecto a los estudiantes de enseñanza media que rendirán la PSU el próximo 30 de noviembre y 1 de diciembre, señaló que si bien en esta prueba se incluyen los aprendizajes adquiridos durante el primer semestre de cuarto medio, además de las materias pasadas en los cursos anteriores, “no todos los colegios tienen el mismo avance, depende de cómo ellos van articulando los contenidos, por lo que también se torna crítico para esos alumnos”.
Perjudica los hábitos de estudio y aumenta riesgos de repitencia
Por su parte, el director de la fundación Acción Educar, Raúl Figueroa, planteó que la inasistencia a clases perjudica fuertemente los hábitos de estudio de los escolares ya que estos se forman, fundamentalmente, al interior de la escuela. Esto, debido a ciertas rutinas que realizan los niños en su día a día, como prepararse para una prueba o hacer las tareas.
“Es muy difícil que un niño, por su propia cuenta, incorpore esto sin asistir a clases. Esto se dificulta aún más en los contextos vulnerables”, indicó.
Del mismo modo, el ex asesor del ministerio de Educación advirtió sobre otro punto: el riesgo de repitencia en los escolares.
“Los colegios pueden recalendarizar sus clases pero el impacto que tienen es limitado porque la asistencia es poco efectiva. De hecho, si uno toma ciertos datos que están disponibles y analizas paralizaciones como las del 2011, ese año la tasa de repitencia se incrementó en el orden de un 20% en relación al año anterior”, señaló Figueroa.
El director de Acción Educar apuntó a dos razones: no habrá tiempo de recuperar todas las clases y muchos estudiantes no alcanzarán el porcentaje mínimo que se exige para pasar de curso, como también, que los escolares no alcanzarán a adquirir los conocimientos que se necesitan para subir de nivel.