Estado de la educación en Chile

Resumen Ejecutivo

El presente documento busca exponer una visión de política pública sobre el estado de la educación parvularia y escolar en Chile, a través de enunciar y mostrar las distintas crisis y déficits que afectan al sistema.

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Los estudiantes no asisten a la escuela. Desde el año 2019 en adelante, el alumno promedio del sistema ha presentado inasistencia grave. Al mismo tiempo, el número de estudiantes desvinculados del sistema ha ido al alza y la revinculación, a la baja.

El número de denuncias ingresadas por convivencia escolar a la Superintendencia de Educación alcanzó un máximo de 12.369 en 2023. Al mismo tiempo, los datos del SIMCE muestran que la percepción de los estudiantes sobre el cumplimiento de las normas de convivencia dentro de los colegios ha caído fuertemente.

Los aprendizajes permanecen estancados hace cerca de una década, tanto en mediciones nacionales como internacionales.

El déficit de docentes idóneos del sistema aumentará en los próximos años. La matrícula en carreras de pedagogía ha ido sostenidamente a la baja durante los últimos años y el número de estudiantes por profesor de Chile es, en básica, el tercero más alto entre los países OCDE.

Chile podría gastar cerca de USD $450 millones al año para alcanzar el nivel de gasto de Costa Rica, el país latinoamericano de la OCDE con el PIB per cápita más cercano. Esto equivale a USD $222 por estudiante. Se observan también disparidades arbitrarias en el financiamiento de la educación parvularia;
corregirlas implicaría un gasto adicional de cerca de 200 mil millones de pesos.

Desde el año 2017, ha existido un aumento importante en el número de necesidades especiales distintas observadas en los cursos del sistema; el número de cursos con 5 o más necesidades especiales distintas ha aumentado un 183,2% en seis años. Esto presenta un gran desafío para la docencia y gestión educativa.

El exceso de burocracia enlentece y dificulta la gestión de los establecimientos educacionales, utilizando innecesariamente recursos valiosos para el ámbito pedagógico.

Desde que comenzó la aplicación del SAE en todo el país, los establecimientos particulares subvencionados reciben cerca del 70% de las primeras preferencias, pero sólo representan el 54% de la matrícula efectiva. Esto muestra que la regulación vigente no tiende a reforzar el derecho y deber preferente de los padres a educar a sus hijos.

Es necesario y urgente que el Estado sitúe su prioridad en volver a reconectar al sistema a los niños y niñas que lo han abandonado; en mejorar el clima de convivencia escolar de los establecimientos; en corregir las disparidades de financiamiento que afectan al nivel de parvularia; y en hacerse cargo de todas las crisis que hoy afectan al sistema.

En suma, el estado de la educación obligatoria en Chile exige un cambio de rumbo en la agenda política, que vuelva su mirada sobre las prioridades más urgentes de uno de los ámbitos más importantes del quehacer nacional. Invertir en crear consensos en esta materia y desviar la mirada desde objetivos de corto plazo es una necesidad ineludible para las autoridades actuales.


Escrito por Manuel Villaseca

Director de Estudios (s)