Según el centro de estudios “Acción Educar”, la casa de estudios privadas con mayor déficit es la U. Diego Portales.
Un análisis del centro de estudios “Acción Educar”reveló que 29 de las 30 universidades que ingresaron al sistema de gratuidad dejaron de recibir en total unos 30 mil millones de pesos.
Según informa ayer en El Mercurio, el estudio revela que la única que entidad de educación superior que no integraría la lista es la U. del Bío-Bío.
Raúl Figueroa, director ejecutivo de Acción Educar, explica que estos $30 mil millones son la diferencia “entre lo que las universidades habrían recibido por lo que realmente cobran a sus alumnos, y lo que efectivamente recibieron por haber adherido a la gratuidad”.
No obstante, pudieron haber tenido ingresos por otro lado, pues, por ejemplo, dejaron de entregar ciertas becas.
Mayor déficit
Según “Acción Educar”, la universidad que presenta el mayor déficit contable es la U. Diego Portales (UDP), con más de $4.900 millones, y le sigue la U. Autónoma, con más de $4.500 millones.
Ambas universidades fueron consultadas por esta brecha: la UDP indicó que está realizando un análisis profundo sobre este tema y, por lo mismo, no se referirá aún al respecto. Mientras que la U. Autónoma declinó dar comentarios.
La tercera universidad más afectada es la U. Finis Terrae, que habría dejado de recibir cerca de $2.200 millones.
El rector, Cristián Nazer, sostiene que “según nuestros cálculos, lo que hemos dejado de recibir es un poco más, acercándose a los $3 mil millones. Y agrega que “el costo de la gratuidad lo hemos absorbido postergando proyectos de desarrollo de infraestructura e investigación. En otras palabras, contamos con un menor capital de desarrollo para invertir en las líneas estratégicas de la universidad, las que nos permitirían seguir creciendo en calidad y complejidad de la institución”.
Con todo, dice: “Estamos realizando las proyecciones financieras para 2017 y creemos poder mantenernos un año más en la gratuidad. Sin embargo, con la actual dinámica de fijación de la política de gratuidad, a través de una glosa presupuestaria, la incertidumbre del financiamiento en los años posteriores es un gran fantasma que dificulta llevar adelante los planes de desarrollo académico y el financiamiento para el desarrollo de una nueva infraestructura”. Otra institución con una amplia brecha es la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) con cerca de $2 mil millones.
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