El Senado está tramitando otro proyecto del Mineduc, que permite que los colegios escojan al 30% de sus alumnos, según su proyecto educativo. La oposición tampoco lo aceptaría.
El rechazo de los diputados al proyecto Admisión Justa puso una lápida sobre la intención del gobierno de que los liceos que son de alta exigencia seleccionen al 100% de sus alumnos según sus propios criterios, usando pruebas o notas.
Pero en la Comisión de Educación del Senado se está tramitando otra versión de Admisión Justa, que surgió de una división de la propuesta original y que busca, entre otras cosas, que todo el resto de los colegios que no son de alta exigencia puedan seleccionar el 30% de su matrícula, siempre que usen mecanismos transparentes y acordes a sus proyectos educativos.
Si bien en este caso la cuota de selección es menor, el universo de colegios que podría usar ese mecanismo es cinco veces mayor: un estudio del Centro de Justicia Educacional de la UC dice que en las 15 regiones donde se ha aplicado el Sistema de Admisión Escolar (SAE), hay 188 colegios que califican de alta exigencia. Pero hay otros 907 establecimientos que podrían acceder a la selección del 30%.
¿Qué postura tomará la oposición frente a Admisión Justa 2? Senadores consultados dicen que están abiertos a tramitar algunos aspectos, como la priorización de los niños del Sename o los escolares con necesidades educativas especiales en la plataforma de postulación, por lo que aprobarían la idea de legislar. Pero no darían su visto bueno a la cuota de 30% de selección.
El presidente de la comisión, Juan Ignacio Latorre (RD), dice que el proyecto tiene aspectos atendibles. “Por ejemplo, favorece a los niños que viven en un mismo hogar, pero son hijos de distintos padres, pero todo lo que signifique retroceder en selección es algo para lo que no estamos disponibles”, dice el senador frenteamplista. No obstante, explica que “no hemos dado la discusión en la oposición (sobre si rechazar la cuota del 30%), estamos en período de audiencias y no es momento de tomar una decisión, pero en su minuto la DC dijo que no estaba de acuerdo con la selección”.
El senador Jaime Quintana (PPD) coincide:“Este es un proyecto lleno de contrastes que evaluaremos en su mérito. Tiene un par de avances que se deben valorar y aprobar, pero no vamos a permitir que se retroceda en inclusión. No estamos de acuerdo en que sean los sostenedores quienes vuelvan a tener la capacidad de seleccionar”.
Los expertos difieren sobre la necesidad de impulsar este proyecto. Andrés Palma, uno de los diseñadores de la Ley de Inclusión y académico de la U. de Talca, dice que esta versión de Admisión Justa es “tan mala” como la rechazada por los diputados, pues “para llegar al 30% de selección, el colegio podría entrevistar al 100% de los postulantes. Eso es retrotraer la reforma. “Estaría abierto a discutir el proyecto para incorporar en el sistema los otros aspectos que trae, pero no a posibilitar el retorno de la selección. La idea no es que sean los establecimientos los que elijan a sus alumnos, sino que los padres escojan el establecimiento”, explica.
Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar, dice que este proyecto le da “mayor valor al proyecto educativo de los colegios, privilegiando a familias que comparten más ese proyecto. Pero es necesario determinar con mayor precisión cómo será la selección, para que no se vuelvan discriminatorios, cuestión que no necesariamente debe estar en la ley, sino que en un reglamento”.