El proyecto de desmunicipalización impulsado por el gobierno apunta a fortalecer la educación pública, que en Chile se ha debilitado desde comienzos de los años 90. Una realidad que constató el último informe “Education at a Glance”, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).
Según el documento, el país es el tercero del concierto internacional que cuenta con la menor oferta de educación estatal (37,5%).
De los países participantes en el estudio, que incluyó a los 34 del bloque más otros que entregaron información para el análisis, la región de Hong Kong, China, lidera la lista, donde sólo el 7% de la matrícula asiste a una escuela pública. Le sigue Holanda, con 34%. El promedio Ocde es 82%.
A nivel latinoamericano, en tanto, Chile lidera la lista, seguido por Argentina (68%), Uruguay (83%) y Perú (85%).
“Esto se da por la característica que tiene el sistema chileno que permite una alta participación de los privados y porque las familias, también, han optado por los colegios privados versus los municipales, que es la oferta pública en Chile”, explica el director de la fundación Acción Educar, Raúl Figueroa. Sin embargo, recalca, esto no tiene relación con la calidad de la educación en cada país.
El director del Centro de Medición Mide UC, Jorge Manzi, explica que la baja oferta de educación pública, versus la privada subvencionada e independiente del Estado, da cuenta de “una de las mayores particularidades del sistema educativo chilenos, que desarrolló una opción de escuela de propiedad privada, pero con financiamiento público”. Se trata de los colegios particulares subvencionados, que se expandieron a mediados de los años 90, cuando el Estado permitió que los sostenedores privados abrieran colegios que, además de recibir aportes fiscales, pueden cobrar mensualidad a los padres. Es decir, financiamiento compartido. A esta oferta se suma la de los recintos pagados en el país, que alcanzan el 14,5% de la oferta, según la Ocde.
El informe da cuenta que son pocos los países que tienen sobre el 30% de su matrícula en colegios privados con aportes estatales. Se trata de Hong Kong, China (92%), Macao, China (81,3%), Holanda (66,4%), Chile (48,1%), Reino Unido (36%) y Corea del Sur (31,4%).
Los países, en tanto, con mayor énfasis en lo público son Estonia, donde el 98% de su matrícula asiste a este tipo de colegios, junto a Malasia y Finlandia, ambos con el 97%.
¿Calidad?
Para el experto en educación de la U. Diego Portales, José Joaquín Brunner, cómo esté distribuida la oferta educativa no está directamente relacionado con la calidad. “Chile tiene un régimen mixto, con amplia provisión de enseñanza privada, lo cual, sin embargo, no tienen efecto decisivo sobre los resultados. En efecto, tenemos los mejores resultados en Pisa en América Latina, con una fuerte provisión privada, mientras que iguales con una amplia provisión estatal pueden tener resultados comparativamente inferiores, como ocurre con Argentina”.
El informe compara el rendimiento de los alumnos de 15 años de recintos públicos versus privados (sin parte del Estado) que rindieron la prueba Pisa de matemática. El análisis no consideró las diferencias socioeconómicas, sólo el puntaje. La tendencia indicó que los colegios pagados logran mejor rendimiento en 27 de los 45 países de la muestra.
En Chile, el puntaje promedio de Pisa en un colegio público es de 390 y de 503 en los privados. “El desempeño no depende de la naturaleza jurídica del sistema, si no, más bien de los profesores, del gasto por alumnos. Esos son los factores que determinan”, explica Brunner.
Para Figueroa, si bien el país se sale de la norma internacional, “hay que tener cuidado por pensar que al estar fuera de regla estamos equivocados. Se debe interpretar con que tenemos un sistema que tradicionalmente cuenta con alta participación privada”.
Manzi dice que los datos podrían hacer pensar que las familias “están huyendo de la educación pública, ya que el mundo sigue otro rumbo y no es una fatalidad”. Sin embargo, explica el experto, las políticas han abandonado a la educación municipal y se ha convertido en la deuda del país.
“Es necesario asegurar una política que dé la oportunidad de contar con educación pública de calidad. Es relevante reorganizar y potenciarla”. Agrega que difícilmente el “sistema educativo en el país abandonará el tipo de oferentes, lo importante es que existan reglas equitativas y que el financiamiento para las escuelas estatales sea mayor”.