Después de ingresar al Congreso en mayo el proyecto que pone fin al lucro, copago y selección, el gobierno salió a responder varias críticas al documento legal, entre los cuestionamientos, pesaba la ausencia de regulación para los colegios particulares pagados, que representan el 7% de la matrícula nacional.
Un vacío que dejaba tranquilos a varios sostenedores de establecimientos privados. “Lo que entendíamos nosotros en que la reforma buscaba mejorar la educación municipal y subvencionada y que, básicamente, no había necesidad de revisar la situación privada, pero en la medida que se fue discutiendo, esto cambió”, explica Kurt Hellemann, director ejecutivo del Instituto Alemán de Valdivia.
La última versión del proyecto -que hoy se discute en la Comisión de Hacienda de diputados- contempla que los recintos privados no podrán seleccionar desde primero a sexto básico y tampoco expulsar a un alumno que, habiendo pasado de curso, no logra un promedio establecido.
Ante esto, gran parte de los 24 colegios alemanes existentes en el país se organizaron, en conjunto con la embajada germana. ¿El objetivo? Entender la reforma que se discutía en el Congreso. Para ello, solicitaron la opinión del abogado y ex asesor del Mineduc del gobierno pasado, Raúl Figueroa. “Me pidieron mi opinión sobre el proyecto y cómo podía afectar a colegios particular pagados, que es lo que a ellos más les preocupa”, explica el director de Acción Educar.
El experto agrega que “hay colegios que son esencialmente bilingües y que si un alumno quiere postular en cuarto básico tiene que demostrar que está en condiciones de rendir en las clases del segundo idioma, si no, se hace difícil llevar a cabo el proyecto educacional”.
Los representantes ya organizan una segunda reunión, que se realizará a fines de octubre. “Nos estamos organizando con los colegios y la embajada”, dice Hellemann.
Educación alemana
El trabajo en el área de educación entre Chile y Alemania se arrastra desde hace más de un siglo, pero no es sino en los 50 cuando ambos países firman un acuerdo bilateral de apoyo en la materia. En este marco, los 27 colegios asociados a la embajada (de los cuáles 24 son alemanes y otros tres relacionados, como el Instituto Nacional) reciben apoyo en recursos humanos y mone- tarios de parte del gobierno de ese país. Según cifras de la embajada, anualmente se inyectan más de $ 5 mil millones a esos recintos.
Es por este trabajo que la embajada alemana, también, estaría preocupada y en alerta ante cada indicación que se agrega y resta del proyecto que pone fin al lucro. Tan así que el representante de la fundación alemana Konrad-Adenauer-Stiftung (KAS), Holger Haibach, solicitó una cita ayer con el presidente de la Comisión de Educación de la Cámara Baja, el diputado (DC) Mario Venegas: “Vino a consultarme y hacerme ver la preocupación (…) me dijo que la embajada estaba preocupada por el tema, ya que podría afectar a los colegios alemanes”.
En la brevísima reunión, como calificó el diputado, “le dije que el proyecto no se mete en la organización jurídica y financiera, él mismo reconoció que la aplicación de pruebas no se da en los establecimientos. Me parece razonable la preocupación de parte del gobierno alemán”. De mantenerse en el Senado las indicaciones que afectan a los particulares pagados, el tema podría ser abordado en la reunión que sostendrá la canciller alemana, Angela Merkel, con la Presidenta Michelle Bachelet cuando viaje, a fines de octubre, a ese país.
El gerente general de la Corporación Educacional Federico Froebel (a cargo del Colegio Alemán de Santiago y de Chicureo), Ricardo Gevert, explica que “el tema de la selección puede llegar a complicarnos, dependiendo de cómo sean los reglamentos en el futuro. Por ejemplo, si llega un alumno a cuarto básico sin saber nada de alemán, ¿qué hago con él? No sabemos en qué va a terminar esto y cómo nos afectará al proyecto educativo”.
Además, Gevert agrega que la preocupación de la embajada es totalmente entendible, ya que “en representación del gobierno alemán ingresa recursos y tiene preocupación de que los cambios desvirtúen los proyectos”. Su par del Instituto Alemán de Valdivia, Hellemann, señala que “los colegios enseñan tres idiomas y hay alumnos que no son capaces de aprenderlos. Entonces, qué haces cuando la ley establece que el mecanismo de admisión sea aleatorio, puede pasar que ingrese alguien que no tenga las condiciones”. Otra de las preocupaciones es que ante cualquier problema entre apoderados y el colegio “todo se judicialice”, dice.
Para Hellemann, quien también es miembro de la asociación gremial de los colegios alemanes, anuncia que el camino a seguir es reunirse con los parlamentarios involucrados.