El paro del Colegio de Profesores y la reciente ocupación del Instituto Nacional se toman la agenda de la ministra de Educación.
Dos flancos se le han abierto por estos días a la gestión de la ministra de Educación, Marcela Cubillos. La secretaria de Estado enfrenta un paro de profesores que se extiende a su segunda semana. Y a eso se suma la ocupación del Instituto Nacional, liceo emblemático que lleva dos meses y medio de intensas protestas por mejoras de infraestructura y en enfoques pedagógicos.
Ambas situaciones impactan en la autoridad, pero con distintos alcances. “Lo del Instituto Nacional es un problema que recae principalmente en el alcalde Felipe Alessandri, que es el sostenedor. Pero en Chile se confunde y se dice que los responsables son los ministros”, explica la investigadora Sylvia Eyzaguirre.
El académico Ernesto Treviño, en tanto, cree que el estilo comunicacional de Cubillos le ha jugado en contra en el caso de los docentes. “Ella es más bien confrontacional, pero tiene buenas personas que podrían ayudarla a dar señales de acercamiento y diálogo”, argumenta.
El daño colateral del Instituto Nacional
“Los estudiantes se movilizan para romper las jaulas que nos criminalizan”. Ese era el lienzo que este lunes por la mañana los escolares del Instituto Nacional colgaron en las rejas de su liceo y que marcó el inicio de una toma que podría transformarse en un dolor de cabeza para el Mineduc.
La frase alude a la ley Aula Segura -“Jaula Segura” la bautizaron el año pasado los manifestantes-, cuya derogación forma parte del petitorio de los alumnos, al igual que las modificaciones curriculares. Estos temas no son competencia de la Municipalidad de Santiago, sino que dependen del gobierno.
“El Ministerio de Educación, lamentablemente, tiene un rol que le corresponde al Ministerio del Interior”, explicó el presidente del Centro de Estudiantes, Rodrigo Pérez.
En tanto, la ministra Marcela Cubillos afirmó que el gobierno está “haciendo esfuerzos para que el Instituto Nacional recupere su matrícula histórica, tenga más postulantes y la excelencia que está llamado a tener, pero es una pena que la propia comunidad sea la que está dejando a los alumnos sin clases o destruyendo el colegio”.
¿Qué tanto complica esta toma a la ministra? Ernesto Treviño, director del Centro UC para la Transformación Educativa, explica que Cubillos está en un escenario complejo, pues el interlocutor de los escolares es el alcalde, Felipe Alessandri. Pero al ser un liceo emblemático, ella se ve afectada comunicacionalmente, pese a que no puede, al menos inicialmente, brindar una solución.
“Es una situación difícil, porque, además, Alessandri es de su mismo bloque político. Entonces, tiene que compartir responsabilidades. Te aseguro que si el alcalde fuera de otro color político, la ministra no tendría problemas en desentenderse”, asevera.
Magdalena Vergara, directora de Acción Educar, concuerda en que esta situación afecta a la ministra, porque el municipio y el Mineduc están involucrados en la educación pública. Entonces, “que haya problemas en un colegio de esta envergadura, que es emblema de la educación, hace que su visión pública se afecte”.
Docentes en paro mantienen presión
En Valparaíso, los profesores protagonizarán este martes una marcha de 12 kilómetros, desde Placilla hasta el Congreso, en el marco de un paro que se extiende desde el 3 de junio y que, según el Colegio de Profesores, involucra a 80 mil docentes y un millón de escolares.
Los maestros piden mejoras laborales y el fin a la doble evaluación docente, entre otras materias, y critican que la ministra Marcela Cubillos no busque soluciones a sus demandas. “No hemos tenido ningún acercamiento con ella. Me parece insólito que, existiendo un conflicto de esta envergadura, ella esté ausente. ¡Vive en un mundo paralelo!”, critica el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar.
Este lunes, la titular del Mineduc recordó que existe una mesa de diálogo con el Colegio de Profesores, que encabeza el subsecretario Raúl Figueroa, y afirmó que sí están abiertos a conversar. “Es importante el diálogo y avanzar en los puntos de acuerdo, pero sabiendo que los perjudicados cuando se pierden clases son los alumnos”, dijo.
Cubillos aseguró que han dado solución a varias de las demandas, como “la mejora en las condiciones de seguridad para desempeñar la labor docente, y hemos dado muestras claras de ese compromiso. También se nos planteó avanzar en una evaluación única docente y estamos abiertos a ver una opción”.
¿Cuánta responsabilidad tiene la ministra en este conflicto? Para Sylvia Eyzaguirre, investigadora del Centro de Estudios Públicos, el paro “no es consecuencia de la forma en cómo la ministra ha dirigido la cartera. Abrir el diálogo es algo que depende de ella, pero tal como la he visto, no ha cerrado la puerta al diálogo, por lo que la respuesta de los profesores es injustificada. Es más bien un gallito político”.
Gonzalo Muñoz, académico de la U. Diego Portales, considera que la paralización evidencia que “por la excesiva preocupación puesta en la confrontación política y comunicacional se han descuidado situaciones de fondo, como la que representan las demandas docentes y la situación de algunos liceos”.