Entre 2010 y 2014 la entrega de becas y créditos a estudiantes de carreras de pregrado se incrementó en 62%, pasando de 476 mil a 770 mil beneficiados, según los datos que registra el Ministerio de Educación (Mineduc). Y en 2014 la cobertura de ayudas estudiantiles llegó al 55,5% de la matrícula, alcanzando a 634 mil de 1.144.605 estudiantes.
El año pasado, de las 330 mil becas que se entregaron el mayor número fue a planteles del Cruch, concentrando el 36,8%. Los institutos profesionales se llevaron el 29,7%, los CFT el 19% y las Ues. privadas el 14,5%. En cuanto a los 440 mil créditos, ya que la mayoría fue asignado a alumnos de universidades privadas (36,6%), le sigue el 28,6 para instituciones del Cruch, 26% a IP y 8,75 a CFT.
El investigador del Centro de Políticas Comparadas de Educación (Cpce) de la U. Diego Portales, Felipe Salazar, indicó que “es positivo que aumente la cobertura”, pero dijo que para que para medir su impacto se necesita conocer la cobertura efectiva “respecto a los costos que enfrentan los estudiantes, la brecha existente entre aranceles reales y aranceles de referencia; la distribución de estas becas entre carreras, instituciones o regiones”.
Precisamente el tema de los aranceles de referencia impacta en la cobertura que reciben los estudiantes debido a las grandes brechas que se generan entre lo que el Mineduc fija como costo y lo que las instituciones realmente cobran a los alumnos.
Según los aranceles valores de referencias 2015 publicados por el gobierno, las becas y créditos del Estado permiten, en promedio, cubrir el 84% del valor real de las carreras universitarias. Por eso, en muchos casos los beneficiados complementan estas ayudas para cubrir la totalidad del costo.
Según un informe de la Dipres sobre aranceles 2012, el valor promedio de los costos de universidades es de $ 2.103.469, en CFT es de $ 1. 181.059 y en IP es de $ 1.145.028.
Más cobertura
El Mineduc publicó a principios de enero los resultados de las postulaciones a becas y fondo solidario para la educación superior. En total son 210 mil estudiantes preseleccionados que podrán optar a estas ayudas en 2015. En el proceso se amplió la cobertura al séptimo decil y se introdujeron modificaciones en los requisitos. Esto significó un incremento de 45,6% en los preseleccionados para las becas profesionales respecto a 2014, para las que se preseleccionaron a 74.516 estudiantes, 23.321 más que el año pasado.
El jefe de la División de Educación Superior del Mineduc, Francisco Martínez, afirmó que “si bien son importantes progresos, seguimos trabajando en el compromiso de la Presidenta, Michelle Bachelet, de avanzar hacia un sistema de educación superior gratuito, que permita terminar con el endeudamiento como un factor relevante a la hora de decidir si estudiar o no y que finalmente se transforma en una carga muy pesada para el estudiante”.
El director del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (Ceppe), Andrés Bernasconi, planteó que la gran ventaja que tiene la gratuidad en educación superior “es que tu no necesitas que el estudiante postule al beneficio porque es automático”. Y agregó que si bien no se conocen detalles de cómo será ese nuevo sistema “yo creo que las becas de arancel podrían migrar hacia becas de mantención”.
Según explicó Bernasconi financiar el arancel no resuelve el problema económico de muchos estudiantes que se trasladan y necesitan pagar pensión y alimentación. “Una de las críticas que ha hecho la Ocde a nuestro sistema de apoyo a los estudiantes es que no contempla ayudas para el costo de vida por esto podría ocurrir que algunas becas se transformen en mantención”.
En el caso del Crédito con Aval del Estado (CAE) el incremento de cobertura entre 2010 y 2014 fue de 64,3%, pasando de 216 mil beneficiados a más de 356 mil. Y en promedio el aporte per cápita que cada estudiante recibe es de 1,4 millones de pesos.
Sí a las becas
Para el director ejecutivo de Acción Educar, Raúl Figueroa, “las becas y créditos cumplen el mismo propósito de permitir el acceso de familias con menos recursos a la educación superior, sin los efectos negativos de la gratuidad universal, que además de ser una política regresiva afecta la posibilidad de escoger de los estudiantes y la diversidad del sistema universitario”. Y destacó que las ayudas han sido “una política eficaz que desde 2010 se ha potenciado”.
Figueroa enfatizó que “este sistema debe seguir perfeccionándose, corrigiendo la desproporción en su asignación y que beneficia en exceso a las universidades del Cruch, en perjuicio de los estudiantes que optan por universidades fuera de ese consejo”. Y añadió que el Cruch representa un 46% de la matrícula universitaria y se lleva el 72% de las becas, por un monto, además, mayor que en el resto del sistema”.