Los aranceles de 325 carreras universitarias pueden ser cubiertos en un 100% por las ayudas estudiantiles que entrega el Estado, esto debido a que los valores que cobran los planteles no superan a los costos de referencia que define el Ministerio de Educación (Mineduc) y que determinan cuánto es el aporte que se entrega, por ejemplo, a un alumno que recibe una beca.
Ayer, el Mineduc publicó los valores de referencia para todas las carreras del sistema de educación superior y también los precios que cobran los planteles a los estudiantes. Si bien hay 5.981 programas universitarios, las instituciones informaron los costos de 5.275, de las cuales el 6% logra una cobertura completa con las becas del Estado.
Así, por ejemplo, si un estudiante de Biología Marina de la U. Arturo Prat obtiene una beca no tendría que desembolsar copago, porque el arancel de referencia que establece el Mineduc es de 2.052.436, el mismo valor que cobra ese plantel.
Por el contrario, un alumno de Odontología, de la U. del Desarrollo, que también tenga una beca, tendría que pagar de su bolsillo, o mediante un crédito $ 3.941.790, porque la universidad cobra $ 7.355.549 (el más alto del sistema) y según el Estado debería costar $ 3.413.759.
Para los expertos, las 325 carreras que no tienen brecha entre los valores que cobra la institución y los que define el Mineduc demuestra que sí es posible llegar a entregar gratuidad mediante becas.
El economista e investigador de Clapes UC, Carlos Williamson, explicó que la existencia de brechas refleja que “hay un problema que en algunos casos es un impedimento, pero que en la mayoría de las familias implica que el alumno estudie a costa de un gasto importante”. ¿Cómo se puede abordar esto? Para Williamson “no soy partidario de la gratuidad completa, prefiero un mecanismo que elimine el copago y que pueda ser a través de un buen sistema de crédito con tasa de interés subsidiada y contingente al ingreso”.
En esta postura coincide el director ejecutivo de Accion Educar, Raúl Figueroa, quien también cree que las brechas pueden ser suplidas con un sistema de créditos.
Otros datos que se desprenden de los valores publicados por el ministerio, es que en promedio el financiamiento fiscal para ayudas estudiantiles logra cubrir el 82,9% de los aranceles reales del sistema universitario, dejando una brecha de 17,1% en manos de las familias.
En las cifras publicadas se advierte que hay carreras con cerca de $ 4 millones de diferencia entre lo que una universidad cobra a sus alumnos y lo que el Estado determina que debería costar dicho programa.
A juicio de Figueroa, esto se debe a que existe un sistema de cálculo de los aranceles que no sería el adecuado, “porque no considera criterios de calidad”.
Según algunos expertos, hay planteles con altos cobros en relación a lo que cuesta ofrecer calidad a los alumnos. “Efectivamente hay universidades donde se vulnera la ley y es una realidad que hay retiro de utilidades, pero hay casos como la U. de los Andes o la U. Adolfo Ibáñez que son claramente sin fines de lucro y que deben cobrar más porque no tienen aportes del Estado y deben mantener un estándar de calidad”, afirmó el investigador de Clapes.
Para el vicepresidente del Consejo de Rectores (Cruch), Aldo Valle, “un alto cobro no necesariamente implica calidad. Hay universidades con altos aranceles que no tienen investigación, no tienen profesores de jornada completa”.
Además, el también rector de la U. de Valparaíso, reconoció que en el caso de los planteles del Cruch hay aranceles de referencia que están por debajo de lo que realmente se necesita para formar un profesional: “En las universidades públicas hay una complejidad institucional mucho mayor que los planteles privados, no sólo por la investigación y transferencia cultural y social, sino también por el nivel de servicio que prestan a sus estudiantes”.
Ver noticia en diario La Tercera