Acción Educar estima que los estudiantes del primer decil, al tener más cobertura crediticia, finalmente tendrán una deuda mayor con el Fisco.
La propuesta del gobierno para crear un nuevo sistema de financiamiento para la educación superior, que reemplazará al Crédito con Aval del Estado (CAE), podría implicar que los estudiantes más pobres finalmente queden más endeudados con el Fisco que quienes tienen una mejor situación económica, según estimaciones de Acción Educar y de Libertad y Desarrollo.
El director ejecutivo de Acción Educar, Daniel Rodríguez, dijo que el proyecto “es positivo, pero que tiene problemas de diseño”. Por ejemplo, explicó, “los estudiantes del decil 1 ($ 48 mil per cápita), que son los más vulnerables, quedarían más endeudados con el Fisco que aquellos del decil 6 ($ 193 mil per cápita), porque la cobertura para el primer grupo es mayor”.
Esto significaría que un alumno de los sectores más pobres recibiría un préstamo mayor por parte del Estado que quienes están en los grupos de más recursos. Esto, debido a que se propone mayor cobertura para los alumnos más vulnerables. Y la brecha que no sea cubierta por este crédito, podría ser financiada con una beca de la universidad, porque estas no pueden cobrar copago a quienes estén en el 60% de menos ingresos y, en general, ya cuentan con ayudas para estos grupos.
Así, si una carrera llega a costar $ 4.180.000 al año, el Estado le prestará $ 3.933.828 a un alumno del primer decil. Y podría acceder a una beca de su universidad por $ 246.172.
En cambio, como el crédito tiene menor cobertura para los grupos de más recursos, un estudiante del sexto decil accedería a un préstamo anual de $ 3.687.657 y la diferencia para cubrir el arancel sería de $ 492.343, que sería financiado con una beca. A la larga, el alumno de menos ingresos tendría una deuda mayor con el Fisco. “Este es un problema para el alumno, porque no es razonable que los estudiantes más pobres queden más endeudados que los menos vulnerables y es evidente que se trata de un error de diseño”, sostuvo Rodríguez. La solución, según Acción Educar, sería que el crédito pueda ser complementado solo con un préstamo del plantel, que sea cobrado de manera integrada por la entidad estatal que estará a cargo de este sistema.
En tanto, la investigadora de Libertad y Desarrollo, María Paz Arzola, planteó que “el nuevo crédito se visualiza muy complejo para el deudor, en el caso de pertenecer a los seis primeros deciles, porque al mismo tiempo podría llegar a deber al Estado y a la institución”. Y cuestionan la pertinencia de sacar a los bancos del financiamiento estudiantil. “¿Será la administración estatal menos costosa que mantener a la banca?”, sostuvieron en su presentación ante los senadores que revisan la iniciativa.
Sobre el costo, el subsecretario de Educación, Raúl Figueroa, dijo que “este sistema es menos costoso para el Fisco que el CAE y el crédito del fondo solidario, porque desaparece el costo de intermediación de la banca, además del subsidio a la tasa de interés que existe actualmente. Por lo tanto, hay un menor desembolso del Fisco para los mismos objetivos”.