En Chile, 1.152.125 alumnos estudian en el sistema de educación superior, casi el doble de la matrícula total registrada en 2005, según datos del Consejo Nacional de Educación (Cned). El aumento de la matrícula comenzó cuando el gobierno en 2005 creó el Crédito con Aval del Estado (CAE) que permitió que varios alumnos ingresaran a las instituciones con esta ayuda que costea parte del arancel de referencia de las carreras.
Tras una década, hoy el sistema, para muchos expertos, se encuentra en su máximo de crecimiento y, de hecho, desde el 2013 el ingreso a primer año ha mostrado un estancamiento. En 2014, se habían matriculado 341.044 alumnos en algunas de las 162 instituciones de educación superior (centro de formación técnica, institutos profesionales y universidades). Por primera vez en una década esta cifra cae, aunque levemente (en un 0,03%), para quedar en 340.931 (ver infografía), según la base de Indice que publicó ayer el CNED.
Para el presidente del organismo, Pedro Montt, “el sistema ha logrado su madurez, probablemente los aumentos se den en el margen. Por un lado, se entiende por la distribución etarea, pero (…) también por este descrecimiento de la matrícula de los que egresan de la enseñanza media”.
En los últimos cinco años, el número de estudiantes jóvenes egresados de cuarto medio que ingresa inmediatamente a la educación superior ha tenido una disminución constante, pasando de 206.058 egresados en 2010 a 190.957 en 2014, lo que representa un decrecimiento de un 7,3%.
El académico de la U. Diego Portales, Felipe Salazar plantea que “llegamos a un momento en que tal vez se saturó el mercado de educación superior, dada las condiciones del sistema. (…) Hay que entender que, pese a los cambios que vengan, el crecimiento está limitado por la cantidad de asientos que tienen las instituciones”.
Para Raúl Figueroa, director de la Fundación Acción Educar, lo se que está viviendo, más que un estancamiento, es un estado de madurez del sistema. “Tenemos un nivel de cobertura que coincide con el de los países más desarrollados y hemos alcanzado cierto punto de equilibrio respecto al número de jóvenes que acceden a la educación superior”, detalla.
Según los datos del Cned, las universidades estatales del Consejo de Rectores de Universidades de Chile (Cruch) presentó un aumento de 7,4% de la matrícula de primer año con respecto a 2014. Mientras que las privadas del mismo grupo (G-9) crecieron un 4,8%.
El sistema, además de llegar a su máximo crecimiento, también presenta una gama amplia de la oferta de carrera. Según el Cned, hoy existen casi 11 mil programas vigentes. Por esta razón, el Mineduc ha anunciado que creará un marco de cualificaciones que pretenderá, entre otras cosas, ordenar el sistema, para que los créditos sean transferibles y para dar pie a la gratuidad universal.
Según el ordenamiento del Cned, el grupo de programas se podría ordenar en 262 carreras genéricas. “Es un desafío para la política pública”, insistió el presidente del Cned.
Gratuidad
A este escenario se sumará, el próximo año, la posibilidad de que 260 mil alumnos podrán acceder a la gratuidad. Se trata de aquellos estudiantes pertenecientes al 60% más vulnerable de las universidades del Cruch y CFT e IP acreditados y sin fines de lucro, según dio a conocer el gobierno en la cuenta pública del 21 de mayo.
Con la gratuidad, “no sabemos cuáles serán los márgenes de crecimiento. Si se crean nuevas instituciones, se puede producir una redistribución de la matrícula, esa es una posibilidad, más si está combinado con la gratuidad. Pero la consecuencia final de cuánto se puede crecer, no será a la escala de la última década”, explicó Montt.
Salazar añadió que con la iniciativa aumentará “la demanda por las instituciones y carreras beneficiadas con la gratuidad y se abre la opción de que gente que no podía estudiar por cuestiones de financiamiento ahora lo haga”. Esto, eso sí, señaló el experto, “no significa que efectivamente todos ingresen, ya que la PSU sigue siendo la barrera de selección”.
Víctor Martínez, académico de la Universidad del Desarrollo, apunta a las dudas que abre el nuevo escenario. “En el escenario en que la mayoría de la matricula no será beneficiada por la gratuidad, el gobierno debería explicar porque una política pública que se prometió como ‘universal’ será focalizada, y además porque esa focalización que involucra traspaso de recursos se hará con un criterio distinto al nivel económico de quien la recibe”.
Del total de alumnos matriculados, 123.746 están inscritos en recintos no acreditados. Los datos indican, también, que desde el año 2013 se ha registrado un alza de la matrícula en este tipo de recinto pasando de representar el 7.7% de la matrícula al 10,7% este año. El hecho se ve fuertemente marcado tras la crisis de credibilidad de la CNA, según Montt.