Ingeniero analizó datos públicos del Mineduc desde 2006 al 2017. “La mayoría estudia en las instituciones de su región”, destaca.
El Colegio Alemán de Valparaíso y el Mackay de Viña del Mar son privados y se podría pensar que sus alumnos siguen patrones similares para estudiar en la educación superior. Pero no: los egresados del Alemán eligen mayoritariamente la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV); los del Mackay, la U. Adolfo Ibáñez.
‘Puede tener relación con el tipo de carreras que se dan en ambas instituciones’, teoriza Ernesto Laval, ingeniero civil de la PUC y PhD en educación de la Universidad de Bristol, Inglaterra. Recalca que esa es sólo una hipótesis: su labor, dice, es mostrar datos concretos para generar preguntas y no escudriñar los motivos de las tendencias que descubre.
Junto a su equipo de la consultora Tide, Laval se ha encargado de recopilar cifras públicas del Mineduc desde 2006 a 2017, que luego cruzan para obtener nueva información. En las redes sociales ha causado revuelo su ejercicio de identificar en qué instituciones de educación superior se matriculan los egresados de cerca de 50 colegios de 16 comunas de Chile (véalo en https://bit.ly/2Y4Tuy4 y en su twitter @elaval).
‘Los estudiantes de regiones que se van a estudiar a Santiago son una minoría de colegios privados. La mayoría estudia en las instituciones de su región’, destaca.
También reconoció a las instituciones que son referentes de cada región. Por ejemplo en Temuco, donde vive hace más de 20 años, los datos arrojaron que la U. de la Frontera es elegida por los alumnos de mejores notas, tanto de colegios privados como subvencionados o públicos. Después el choclo se desgrana. ‘Los estudiantes de colegios privados que no se van a la U. de la Frontera optan por la U. Mayor; los de colegios públicos eligen la UC de Temuco y la U. Autónoma’.
Más opciones
Ariel Ramos, investigador de política educativa de Educación 2020, afirma que la matrícula de alumnos en regiones ha aumentado en los últimos años gracias al CAE, la gratuidad y la batería de becas estatales. También recuerda que hace pocos años se crearon la U. de O’Higgins y la U. de Aysén, además de centros de formación técnica estatales.
‘Existe una oferta quizás no tan potente como quisiéramos, que va de a poco a masificar la matrícula pública en
educación superior. Sí hay más opciones para que los estudiantes puedan quedarse en su región. También va a depender de cual es la pertinencia local que tienen las carreras; o seas, si existe alguna formación asociada a un polo de desarrollo regional’, señala.
Santiago tira
Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar, opina que la educación superior en regiones se ha fortalecido durante esta década. ‘Tanto las universidades como IP y CFT han ido creciendo, ya sea a través de sedes o nuevas casas de estudio, lo que ha llevado a una mayor diversidad en la oferta. Hay un número importante de universidades en las regiones que alcanzan sobre los cinco años de acreditación’, destaca.
Agrega que Santiago igual es un foco llamativo: ‘Aquí se encuentran dos de las universidades más prestigiosas del país (U. de Chile y PUC). Y además existe un tema de oportunidades laborales. El desafío es seguir fortaleciendo la educación en todas las regiones, de manera que quien tome la opción de venir a Santiago lo haga libremente y no porque no tenga otra alternativa’.