Especialista sugiere concentrar las clases en las dos o tres unidades más importantes.
‘Yo me pregunto dónde están los papás de esos alumnos?’, se cuestionaba Adriana Delpiano, ministra de Educación, este lunes en 24 Horas.
Varios de esos padres, al menos unos 20, desafiaron la lluvia y el frío, y a las 7.15 AM, justamente, fueron a dejar a sus hijos al Instituto Nacional, establecimiento que reanudó sus clases tras 58 días en toma.
No lo hacían para asegurarse de que los querubines entraran a clases, sino más bien para manifestarse en contra de la extensa movilización y la posibilidad de que ésta se alargue a la espera de la asamblea definitoria de los estudiantes, que durará al menos tres días.
Lo que perdieron. Según datos de la Fundación Acción Educar, de los 58 días que los alumnos mantuvieron tomado el Instituto Nacional, 29 fueron días de clases; 16 corresponden a fines de semana; 2 a clases suspendidas por planificación de actividades, y 10 a vacaciones de invierno.
A estas alturas, los alumnos del establecimiento que cursan entre séptimo básico y tercero medio ya se han perdido el 15% de su año escolar, considerando que los días de clases para ellos deberían haber sido 189. Como se sabe, el Instituto Nacional no tiene jornada escolar completa.
Los de cuarto medio la tienen peor: ya han perdido el 18% de su año escolar, consistente en 164 días.
¿Más malas noticias? Para ser promovido de curso, el Mineduc exige una asistencia mínima de 85 por ciento.
Hasta enero. ‘Es innegable que una movilización así produce efectos negativos. Incluso, recuperando clases todo se verá alterado. En el escenario de que se recuperen todas las clases, los alumnos saldrían de vacaciones recién el 31 de enero del 2017. Si incluyen los días sábado, saldrían el 24 de enero’, explica Raúl Figueroa, director ejecutivo de Acción Educar.
Pero los alumnos de cuarto medio -como no pueden llegar a enero- alcanzarían a recuperar apenas 12 días de clases antes de rendir la PSU, los días 28 y 29 de noviembre. Eso siempre y cuando no existan más tomas y el año escolar siga su curso y se normalice.
Atrasado. ‘Yo estoy en cuarto medio y me siento al límite. La situación es tal que aún estamos viendo materia de tercero medio’, se quejaba Matías Reveco, alumno de cuarto medio del Instituto Nacional poco antes de volver a clases. ‘Estar en contra de la toma es muy impopular en este lugar. Yo apoyo la movilización, salir a las calles y luchar por nuestros derechos, que son demandas justas, pero no apoyo la toma. Porque en la toma no se hace nada’, agregó antes de abogar por la pronta recuperación de clases.
La pregunta. Más allá del número de días perdido, la pregunta ahora es si realmente se puede recuperar lo perdido en esos 58 días.
Juan Luis Cordero, sicólogo educacional e investigador de la Fundación Elije Educar, asegura que ‘no existe una fórmula única para pasar mucha materia en un corto plazo sin afectar demasiado los resultados. Sólo hay metodologías paliativas, como la que consiste en identificar los dos o tres contenidos más importantes del semestre. A esos contenidos los profesores deben dedicarles las escasas clases presenciales de que dispongan. Obviamente el resultado jamás será el mismo, pero es una manera de minimizar el impacto por falta de clases en el aula’.