En el marco de los “Diálogos del Presente” de la UdeC abordó los principales desafíos en materia de educación superior, y enfatizó la necesidad de resolver puntos críticos en acceso y acreditación.
En el marco de los “Diálogos del Presente” que realiza la Universidad de Concepción (UdeC), el pasado jueves distintos actores se reunieron para abordar los desafíos en materia de financiamiento de educación superior.
Entre ellos la directora ejecutiva del centro de estudios Acción Educar, Magdalena Vergara, quien abordó el momento que vive el sistema educativo a nivel nacional, que en la región reúne a más de 125 mil alumnos en una treintena de instituciones.
“El diseño y como quedó redactada la ley de educación superior ha generado muchas dificultades, principalmente que no resuelve todos los problemas del sistema, lo que uno ve en temas como el financiamiento, acreditación y acceso. Esto genera mucha incertidumbre para los distintos actores, sobre todo para las instituciones. Otro caso es la implementación que tendrá la superintendencia, que va a hacer; cada paso significa una nueva discusión, evaluar la mejor fórmula y termina afectando como hacemos las políticas educativas”, planteó.
– ¿El gobierno debe poner mayor énfasis en los cambios sobre educación superior?
– Falta una agenda más concreta y contundente respecto a los lineamientos con los que se implementará esta ley de educación superior. Falta un liderazgo mayor de la subsecretaría de Educación Superior que aún es nueva, que si bien se mantiene la persona a cargo entra con funciones nuevas, que le permiten hacer frente a estos desafíos en gratuidad, en acceso. Si bien no tenemos claro si nos queremos volver a sentar a discutir sobre educación superior, hay temas que sí tenemos que conversar con disposición. Si no generamos esta agenda o una opinión más firme, será difícil lograr un consenso para mejorar lo que tenemos.
– ¿Cómo se puede resolver el conflicto que existe con la implementación de los cambios en materia de acreditación? Hoy se discute una ley corta para abordar cambios.
-Hay una voluntad política en general, y el gobierno debería poner las urgencias para que se tramite esta ley. No se ha puesto en tabla, y falta voluntad política y seriedad respecto a cómo se está viendo. La ley genera un nuevo sistema de acreditación, una nueva composición de la Comisión Nacional de Acreditación, y nuevos estándares, que es clave como se establezcan, ya que pueden limitar la autonomía de las instituciones o bien generen una cultura de la mejora de la calidad dentro de las instituciones. El cómo quede establecido el sistema dependerá de cuando se discuta, porque puede ser que se defina a la rápida como ha ocurrido con la ley en general.
– ¿Qué criterios deberían aplicarse o priorizarse para acreditar a las universidades? ¿Debería existir un gran cambios respecto a los criterios vigentes?
– La ley establece nuevas reglas que significarán un ajuste, creando nuevas dimensiones en las que las instituciones se deben acreditar como la vinculación con el medio. Hay que entender que esto no puede ser aislado, que cada criterio va por su lado, y que si uno establece estándares muy específicos, esto puede afectar a los proyectos educativos y su autonomía. Junto con ello no se podría ver del todo la heterogeneidad del sistema, dejando de lado aquellos proyectos más pequeños. Tener en cuenta esas diferencias es relevante, y además hay un tema respecto a la acreditación de los doctorados y tenemos que generar un sistema que fortalezca los postgrados, y no los debilite, generando trabas y no apuntando a la calidad. Hay una tendencia a generar muchos sistemas, procedimientos y cambios que no representan un mejoramiento en la calidad.
– ¿Será prudente o criterioso tener criterios de acreditación por tipo de institución?
– Hay sistemas comparados que diferencian a las instituciones según su tipo o áreas, o se podría plantear tener criterios amplios que permitan mirar a la institución en sí misma. Acá en Chile caemos en la lógica de la comparación y esta no debería estar presente en los sistemas de acreditación. Por el contrario, porque las instituciones que si bien no son grandes pero cumplen con sus planes de mejora, darle la acreditación que se merece y sean evaluados por el mérito de su trabajo.
Ver entrevista en diario El Sur.