Los actos violentos en instituciones de educación afecta directamente en los aprendizajes de los estudiantes. Además, puede generar trastornos de comportamiento y dificultades motoras.
Durante los últimos meses, se ha registrado un aumento de actos violentos al interior de establecimientos educacionales. Esto se ha traducido en una fuerte alza de las denuncias ingresadas por violencia escolar a la Superintendencia de Educación.
Según un estudio elaborado por Acción Educar, la violencia en instituciones de educación afecta directamente en los aprendizajes de los estudiantes. Además, puede generar trastornos de comportamiento y dificultades motoras.
Esta situación se puede ver reflejada en el rendimiento de los estudiantes en pruebas estandarizadas de Comprensión Lectora y Matemáticas (prueba Simce 2017 y 2018 de 4° básico).
Se estima que un niño o niña que fue víctima de violencia verbal y/o física frecuentemente durante el último mes rinde, en promedio, 14 puntos menos en Comprensión Lectora y 7 puntos menos en Matemáticas que el promedio de sus pares que no la han sufrido.
Según el estudio, el nivel de victimización violenta en los hombres es más frecuente que en mujeres. Al mismo tiempo, suelen tener peores resultados Simce en Comprensión Lectora. Sin embargo, cuentan con mejor rendimiento en Matemáticas que las mujeres.
Manuel Villaseca, investigador de Acción Educar, sostuvo que “la crisis de violencia escolar actual va a tener notorios y significativos efectos sobre el rendimiento académico. Si bien hay actos más violentos que otros, es importante notar que incluso niveles menores de victimización son perjudiciales para el logro educativo de los individuos. Esto debe ser un elemento a tomar en cuenta para la definición de políticas contra la violencia escolar”.