El déficit de los $18.224 millones que reconoció el Mineduc para las instituciones de educación superior, podría generar nuevas repercusiones tanto en los que ya están dentro como en los que podrían ingresar.
Tras nueve meses de las transferencias en el pago de los montos de la gratuidad universitaria para los 30 planteles de educación superior, se conoció un informe con el déficit que se generó en 15 de estas instituciones con $18.224 millones, según datos del Ministerio de Educación, situación que ha generado diferentes reacciones de parte de los rectores de las universidades que se han visto afectadas.
De parte de los expertos advierten que esta situación no tan sólo traerá consecuencias para las instituciones, sino que puede generar decisiones para las otras universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica, y crecerán las pérdidas a medida que vayan ingresando más estudiantes.
“Ese déficit va a aumentarse si se mantiene el mismo diseño, no es prudente continuar su tramitación si eso no se utiliza adecuadamente. Esto es una señal de advertencia para las universidades, tanto para las que ya están y revisen su permanencia como para las que no se han incorporado y analicen con precaución los riesgos institucionales”, señala el director de la Fundación Acción Educar, Raúl Figueroa.
La visión del director de la fundación que sacó a la luz el déficit en gratuidad, es similar a la que tiene el director de Magíster de Política Educativa UDD, Mauricio Bravo, quien va más allá al plantear que si las universidades que son parte de la gratuidad desean salir del beneficio, perderían la credibilidad de sus futuros alumnos.
“En el ambiente universitario existe temor de que la gratuidad no va a permitir financiar altos niveles de calidad según la diversidad de proyectos educativos que existen. Varias universidades están pensando bien si ingresar o no, y las que ya lo hicieron evalúan salirse del sistema, aunque es poco probable porque podría ser una mala señal para sus alumnos”, sostiene Mauricio Bravo.
Riesgo a la calidad universitaria
La deuda millonaria en los planteles educativos trae costos en la gestión administrativa, pero en el aspecto central y que es trascendental para los alumnos es la calidad, lo que también se ve mermado según sugiere el director del Magíster de Políticas Educativas UDD, quien desliza la idea de un círculo vicios entre la calidad y a demanda.
“El riesgo es que la calidad vaya bajando, hay instituciones que están apostado por invertir cada vez más en investigación, transformándose en instituciones más complejas y, junto con ello, responder a los mayores estándares de calidad que se exigen para obtener la acreditación institucional. Sin embargo, en un contexto donde el presupuesto es incierto y, por otro lado, donde bajan los fondos destinados a investigación, las universidades tienen que tomar decisiones y una de ellas podría ser sacrificar investigación y concentrarse solo en docencia. Si las universidad bajan la calidad, baja la demanda, lo que genera un círculo vicioso”, añade Bravo”.