Desde mayor autonomía a las instituciones hasta entrevistas. Especialistas entregan fórmulas para mejorar el test.
Hasta este viernes 12 de agosto se cumple el plazo para que los estudiantes de 4º medio y los que quieran acceder a la educación superior, se inscriban de forma online para rendir la Prueba de Selección Universitaria (PSU) en los próximos lunes 28 y martes 29 de noviembre.
Cuando los estudiantes accedan al proceso de admisión 2017, se cumplirán 12 años en los que se rinde la Prueba de Selección Universitaria, ya que en diciembre de 2003 para actuar en el proceso de admisión 2004 fue la primera vez que los alumnos accedieron a la nueva batería de preguntas, pero desde ese mismo año el test aplicado para los alumnos secundarios ha generado críticas de varios actores del mundo de la educación, argumentando que el paso de una prueba que medía las aptitudes (PAA) se pasara a una evaluaba conocimientos específicos (PSU), que podría dejar temas importantes fuera.
Con el actual proyecto de reforma a la educación superior, desde el Ministerio de Educación han planteado crear un Sistema Común de Acceso que sea administrado por la Subsecretaría de Educación con apoyo del CRUCh, donde se establezcan instrumentos diferenciados según el tipo de institución o carrera, ya sea universitario o técnico profesional, propuesta que es valorada desde una parte por expertos en el área, pero sostienen que se debería fomentar la autonomía de las instituciones de educación superior.
“Hay que fomentar la autonomía de las instituciones, porque con el nuevo sistema común de acceso, se establecen los instrumentos, pruebas y ponderaciones y se determina cuáles son los instrumentos que se incorporan, dejando poco espacio a las universidades que son las que debieran tener la voz en esta materia”, señala el director ejecutivo de la Fundación Acción Educar.
El planteamiento de Acción Educar es llevado más al extremo de parte de los estudiantes, quienes además de rechazar la PSU de plano, plantean que se debería crear exámenes diferenciado por carreras para evaluar de forma clara las habilidades que se necesitan en cada especialidad.
“Tenemos reparos con la PSU porque viene a comprobar la segregación, por eso existe la necesidad de que sean otras cosas las que primen sobre estos criterios en la selección de estudiantes, como llegar a alumnos vulnerables con lo del propedéutico de la Usach o los cupos de equidad de la U. de Chile. Un sistema estandarizado no va a responder a la heterogeneidad que hoy día tenemos, por eso hay que ver mecanismos para buscar la representatividad y que midan habilidades específicas por carrera y que se necesiten en las distintas áreas del conocimiento”, expresa la vocera de la Confech, Camila Rojas.
De un tono parecido a lo planteado por los estudiantes, es lo que comentan desde Elige Educar, donde señalan que para las carreras de pedagogía es importante agregar a los exámenes netamente pedagógicas, entrevistas donde se puedan averiguar aspectos anexos de habilidades blandas.
“Hay varias experiencias internacionales con una variedad de procesos que utilizan para medir estas habilidades, donde el ejemplo más similar es Inglaterra que tiene un proceso que logra captar habilidades cognitivas como la PSU, pero además se complementa con una entrevista, lo que permite indagar en algunos aspectos como el interés, la motivación y la vocación por ser un futuro profesor que son importantes para manejarse en la sala de clases, situación que ya sucede en el país en carreras como teatro”, señala Bernardita Crisóstomo, investigadora del área de estudios de Elige Educar.