Tres de los 34 países de la OCDE cuentan con gratuidad universal en su sistema de educación superior, mientras que en 12 sólo las instituciones estatales son gratuitas y 19 tienen un sistema absolutamente pagado. Así lo concluyó un análisis de Acción Educar, el que revisó los sistemas de educación superior de la OCDE y su financiamiento en el contexto socioeconómico de cada país.
Dinamarca, Suecia y Finlandia son los tres países que presentan entonces gratuidad universal en el sistema universitario. “Estas naciones se caracterizan principalmente por poseer altas tasas de impuestos a la renta (que superan el 50% en los tramos de más alto ingreso) y estructuras de recaudación progresivas, lo que posteriormente se traduce en educación gratis y cuantiosos beneficios otorgados por el Estado en todos los niveles educativos”, describe el estudio.
En tanto, dentro de los 12 países que presentan un sistema estatal gratuito y otro privado figuran Alemania, Noruega y Polonia, entre otros. “La mayoría de estos países cuentan con instituciones privadas que imparten educación terciaria y que son libres de cobrar el monto que estimen en aranceles a sus alumnos”, remarca el análisis de Acción Educar.
El tercer grupo, en donde no hay educación gratis, es en el que está Chile junto a países como Corea, Reino Unido y EEUU. El estudio arroja que si bien no existe gratuidad, los aranceles en las universidades públicas de estos países se encuentran altamente subsidiados por el Estado. “Sus estudiantes sólo deben pagar pequeñas cantidades de dinero. Tal es el caso de Bélgica, Francia, Suiza y Turquía. Varios de los países que muestran mayores aranceles, son los que a su vez destinan una mayor proporción de su presupuesto al subsidio a las instituciones”, asegura el Estudio.
Chile, al igual que Corea, EEUU, Irlanda, Japón, Nueva Zelandia y Canadá, tiene un arancel promedio anual en las universidades públicas superior a los US$3.000, es decir, algo así como $1.900.000. Pero pese a la similitud en los precios, los resultados de las universidades chilenas en los rankings internacionales están muy lejos de los de aquellos países. Por ejemplo, al revisar el Ranking Académico de las Universidades del Mundo -ARWU, por sus siglas en inglés-, elaborado por el Centro de las Universidades de Clase Mundial de la Universidad Jiao Tong de Shanghái, China, se observa que sólo dos universidades chilenas aparecen en él.
Pero, ¿cómo financian los aranceles en la OCDE?
El análisis de la fundación arroja que en la OCDE hay heterogeneidad en cuanto a los mecanismos de financiamiento del Estado. Ocho países (Austria, Bélgica, Eslovenia, REspaña, Grecia, Italia, Irlanda y república Checa) sólo otorgan becas u otro tipo de transferencias a los hogares. En tanto, en Japón e Islandia sólo entregan créditos a los estudiantes. El resto de los países presentan una combinación de ambos tipos de ayudas financieras.
“Cuando se tienen sistemas sobre la base de una alta presencia privada y se financian las instituciones fundamentalmente por el pago de aranceles, las política más adecuada tiene que ver con la asignación de becas que permiten entregar la ayuda focalizada socioeconómicamente”, aseguró Raúl Figueroa, director ejecutivo de Acción Educar, quien considera que avanzar hacia la gratuidad universal en un sistema como el chileno no es lo óptimo. “El mecanismo de eliminar las becas y créditos y asignar recursos a aquellos de mayores ingresos en Chile parece injusto dada las carencias de nuestro país”, remarcó Figueroa.
Pero, ¿qué hacer entonces con la deuda que arrastran los egresados de la educación superior? Para el director de Acción Educar hay dos cosas que perfeccionar. La primera de ellas es perfeccionar las becas y extenderlas a las universidades privadas en igualdad de condiciones “de manera que no discriminen de la forma que hoy lo hacen. Hoy las becas que reciben los estudiantes que optan por instituciones fuera del Cruch son inferiores a las de las universidades del consorcio”.
Lo segundo, dice Figueroa, es perfeccionar los sistemas de créditos de tal manera que se evite el sobreendeudamiento y se facilite que los alumnos paguen sus créditos sin que “signifique sacrificar gran parte de su sueldo”.
¿Cuántos países tienen educación gratis?
Gratuidad universal: Dinamarca, Suecia y Finlandia
Gratuidad sólo en instituciones estatales: Alemania, Eslovenia, Grecia, Luxemburgo, Noruega, Polonia, República Checa y República de Eslovaquia, Austria, Estonia, Islandia y México.
Sin gratuidad universal: Australia, España, Francia, Holanda, Hungría, Irlanda, Italia, Nueva Zelandia, Suiza, Turquía, Bélgica, Canada, Chile, Corea, Estados Unidos, Israel, Japón, Portugal, Reino Unido.
2,5% de su PIB gasta Chile en educación superior, siendo un 0,7% solamente gasto público y el resto gasto privado. El gasto público promedio en la OCDE en este ítem es de un 1,1%, mientras que el gasto estatal más alto lo realiza Finlandia, donde asciende a 2,2% del PIB.