El director ejecutivo de Acción Educar, Raúl Figueroa, analizó los distintos cambios que se avecinan en educación. Señala que la mejor fórmula para la calidad habría sido partir por una reforma al sistema de desarrollo profesional docente, pues el desempeño de los profesores juega un rol clave. Critica también que el sistema debería haber creado un mecanismo para atraer buenos sostenedores en vez de ahuyentarlos. “Por lo tanto, está invertida la lógica en ese punto”, sostuvo.
¿Cómo evalúa lo ya aprobado en la reforma: fin a la selección, al lucro y al copago?
En términos generales creo que es una reforma que equivocó el rumbo de lo que el país necesita. No obstante, probablemente están todos de acuerdo en ciertos objetivos que deben ser abordados: mayor calidad, mayor inclusión, menos discriminación, mayores oportunidades para la familia. Pero los instrumentos que se escogieron como solución van a generar el efecto contrario: un sistema con menos incentivos para desarrollarse, en algunos casos un nivel de segregación mayor considerando que ciertos colegios subvencionados van a pasar a la modalidad de particular pagado, y por lo tanto la idea de inclusión se ve afectada por el fin a la selección.
Vamos a enfrentar la muerte de ciertos proyectos educacionales que hoy día son verdaderos ascensores de movilidad social, como el caso del Instituto Nacional. Vemos que los sostenedores van a tener que concentrarse en cómo adecúan su organización jurídica, más que concentrarse en cómo mejoran los resultados de aprendizaje de sus alumnos. Yo creo que es una mala reforma.
¿Cómo ve el poder del Colegio de Profesores en miras al proyecto de carrera docente?
Hay que dejar muy claro que, no obstante ser la principal entidad que agrupa a los profesores, es en la práctica muy poco representativo del mundo docente, y por lo tanto lo que uno puede identificar con claridad es que el Colegio de Profesores tiene capturada la voz de los docentes en Chile. Y esa captura lleva a que, en muchos casos, los intereses de un grupo específico tiendan a imponerse respecto de los intereses generales del profesorado en su conjunto. Por lo tanto lo fundamental y lo que uno esperaría del colegio es que tengan una acción enfocada a cómo mejorar la calidad del sistema y no en cómo mejorar las condiciones meramente económicas de un gremio en particular.
¿Qué opina del incentivo al retiro de los profesores?
Lo razonable sería avanzar, más que en la línea de permanentes incentivos al retiro, en una lógica en que las remuneraciones docentes sean más atractivas y reconozcan el esfuerzo que los profesores hacen, les dé para poder ahorrar y luego poder jubilarse en forma tranquila, y no que estén esperando que caigan los bonos, que sólo pasa cada cuatro años.