Además de las 32 instituciones de educación superior que podrán optar a la gratuidad a partir del 2016, el Ministerio de Educación estudia la idea de extender esta medida a nuevos planteles universitarios. Así lo explicitaron los rectores del Consorcio de Universidades Privadas (CUP) al finalizar el encuentro con la ministra Adriana Delpiano.
Al abrir nuevamente el debate, que ya había iniciado Nicolás Eyzaguirre cuando era jefe de esta cartera, desde el mundo académico expusieron los requisitos que debería considerar el Mineduc para ampliar la gratuidad en universidades fuera del Consejo de Rectores (Cruch).
Para Ernesto Treviño, director ejecutivo del Centro de Políticas Comparadas de Educación de la UDP, los requisitos deben adaptarse a la legislación actual, considerando la cantidad de años de acreditación de las universidades y que éstas no tengan fines de lucro o causas al respecto.
De la misma forma, Treviño planteó que se deben incorporar exigencias vinculadas con los gobiernos corporativos de las universidades, ya sean públicas o privadas.
“Se debe distinguir el gobierno financiero con el gobierno académico. Estos dos tipos de gobiernos no deberían estar mezclados sino que debería haber un consejo superior que responda por su patrimonio personal por las decisiones económicas que ese consejo avale.”, expuso el especialista.
El académico de la Universidad Diego Portales sostuvo también que se deberían establecer “consejos donde participen académicos, personal directivo y administrativo, además de estudiantes al tomar decisiones relativas a la conducción académica”.
Con una postura similar, el director Ejecutivo de Acción Educar, Raúl Figueroa, planteó que es necesario basar esta política “en la normativa vigente” y en la “no discriminación”.
“Tienen que ponerse exigencias que estén al alcance de todas las instituciones como por ejemplo la acreditación. Puede que una universidad o instituto no esté acreditado pero tiene la posibilidad de acreditarse por lo tanto es una exigencia razonable y que no discrimina porque cualquier institución que haga el esfuerzo necesario puede cumplir con ese requisito.”, explicó Figueroa.
A diferencia de Ernesto Treviño, el director Ejecutivo de Acción Educar considera que el lucro no debe ser un impedimento para alcanzar la gratuidad el 2016. Raúl Figueroa también indicó que la gratuidad debe ser “focalizada y para los alumnos que más lo necesitan.”
“Lo más razonable es ampliar el universo de instituciones sobre la base de criterios aunque eso signifique bajar el umbral de vulnerabilidad de los alumnos.”, aclaró Figueroa.
Según especificó Treviño, estas exigencias no aumentarían excesivamente el número de universidades que accedan a la gratuidad. No obstante, de sus planteamientos se desprende que las instituciones que accedan a ella, a partir del próximo año, cumplirían con los requerimientos mínimos en términos de calidad y regulación.
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