Hace un tiempo, el Servicio de Información de Educación Superior (SIES) dio a conocer los datos de la matrícula de la educación superior en Chile para el 2021. En particular, en el siguiente estudio se analizan las cifras de los niveles de formación de posgrado y postítulo. A pesar de que ambos niveles son un porcentaje menor de la matrícula total, en su conjunto pasaron de representar cerca del 3,7% de matriculados en 2007, a casi el 7% en 2021.
Entre el año 2020 y 2021 hubo un aumento de matriculados para todos los programas y jornadas de postítulos y posgrado, lo cual podría explicarse por la baja de matriculados entre el periodo 2019 y 2020 para algunos casos, como también por el aumento de demanda de servicios educativos que se adapten a la no presencialidad causada por la pandemia.
Dicho aumento es aún más evidente si desagregamos los datos por tipo de programa. Por ejemplo, entre 2020 y 2021, la matrícula en diplomados a distancia aumentó más del doble.
Es más, la matrícula de mujeres en postítulos tuvo un crecimiento record de más del 60%, y los mayores de 30 años aumentaron en gran medida las tasas de crecimiento en matrículas para postítulos y posgrados. Si vemos la matrícula según el área de conocimiento, destaca que Educación es la segunda área más demandada, tanto en posgrado como postítulo, mientras que en pregrado esta área ocupa sólo el quinto lugar.
Por el lado de las instituciones de educación superior (IES), existe un notorio aumento de protagonismo de las universidades privadas tanto del Consejo de Rectores (Cruch) como no Cruch, en comparación a las estatales, las cuales presentan un estancamiento en el crecimiento de las matrículas, perdiendo cada vez más presencia en el total de matriculados anuales en estos niveles.
Dentro de las variables que pueden explicar el estancamiento de las universidades estatales, se encuentra el número de programas de posgrado y postítulos que ofrecen. De hecho, estas instituciones son las que menos han aumentado la oferta de posgrados en los últimos 10 años, pasando de 319 programas en 2011 a 549 en 2021, es decir, un aumento de solo un 7,2%. Mientras que las universidades privadas en su conjunto, tanto aquellas que pertenecen al Consejo de Rectores y no, ofrecieron 732 programas en 2011, para llegar a los 1.108 programas en 2021, es decir, aumentaron en más del 50% su oferta.
Por el lado de los postítulos la diferencia es aún más grande entre tipo de universidad. Las instituciones estatales aumentaron su oferta de postítulos en un 13,2% entre 2011 y 2021, ofreciendo 248 y 623 programas respectivamente; mientras que las casas de estudio privadas aumentaron un 157,6% su oferta en los mismos 10 años, pasando de 556 programas en 2011 a 1432 en 2021. En efecto, las casas de estudio privadas han logrado modificar su oferta convirtiéndose en una opción más atractiva para los estudiantes al momento de elegir.
Conclusiones
Lo anterior muestra un cambio en la demanda de servicios educativos, el cual puede ser reflejo de una nueva tendencia en el panorama de los distintos programas y jornadas. Lo importante es absorber este cambio de demanda, ofreciendo distintas alternativas de programas requeridas manteniendo la calidad de los mismos. Esto es una oportunidad para las diversas instituciones de educación superior de potenciar sus programas de postgrado con énfasis en los no presenciales, sobre todo para aquellas instituciones cuya matrícula ha dejado de crecer.
A pesar de que no es posible asegurar que este cambio en la tendencia signifique una transformación del sistema educativo a uno con un componente no presencial mucho mayor, es evidente que estas modalidades han adquirido protagonismo. Sobre todo para aquellos que no pueden optar por un sistema presencial por temas geográficos o de tiempo. En suma, el sistema no presencial puede ser una opción que permita llegar a más personas que desean perfeccionarse pero que el sistema presencial no les acomoda. El énfasis debe estar en mantener la calidad.
Publicación en la prensa
FOTO: Priscilla Du Preez en Unsplash.