En el contexto del claustro académico 2015 organizado por la Universidad San Sebastián (USS) en su sede ubicada en Puerto Montt, se realizó un panel que se centró en la reforma a la educación superior que ha anunciado el gobierno. En dicha instancia participaron el rector de la USS, Hugo Lavados, su par de la Universidad del BíoBío (UBB) Héctor Gaete y el director ejecutivo de Acción Educar, Raúl Figueroa.
Figueroa destacó en su presentación la “masificación y diversificación” de la educación superior registrada en los últimos años y el aporte del sector privado a este fenómeno. Se manifestó contrario a la idea de la gratuidad universal para el sistema de educación superior chileno debido a que es regresiva e imposible de financiar, más aun en un escenario de menor crecimiento económico. Argumentó que bajo una política de este tipo, los estudiantes pertenecientes al quintil más rico, recibirían -en promedio- 1,9 veces más que los pertenecientes al quintil de menos recursos. Advirtió también que las condiciones que se exigirían en el convenio que las instituciones deben firmar con el Estado para suscribir a la gratuidad, implica una vulneración de la autonomía que le cabe a cada plantel en aspectos como la fijación de aranceles, el proceso de admisión y su gestión interna. “De esta forma, se pondrá un techo a la calidad y se homogeneizará el sistema” concluyó. El director ejecutivo de Acción Educar recalcó que de 34 países que forman parte de la OCDE, sólo cuatro han implementado un sistema de gratuidad universal y que la situación de estos países se diferencia mucho a la realidad chilena, ya que en dichos países su educación universitaria es de predominio estatal, no mixta como el caso chileno. Además, sostuvo que “la política de gratuidad universal implicaría la eliminación del aporte privado mediante el pago de aranceles, contradiciendo la tendencia mundial, donde la participación privada va en aumento”.