Sin duda nos encontramos en una situación extraordinaria de cuarentena y la educación ha tenido que adaptarse a la situación con la enseñanza desde la casa. Si bien la educación remota puede ofrecer herramientas que permitan complementar el proceso de enseñanza y bajo las circunstancias que vivimos se vuelve la única manera de dar continuidad a los procesos de aprendizaje, se debe tener claro que este tipo de enseñanza, no logra reemplazar a la enseñanza presencial.
En definitiva, las clases presenciales no sólo tienen un fin respecto a entregar una adecuada enseñanza para el logro de los aprendizajes, sino que también permiten el desarrollo socioemocional del niño. Así, el desafío no solo recae en los establecimientos, sino también en las comunidades educativas, centros de salud y entidades locales para abordar de forma conjunta las necesidades psico socioeducativas de los estudiantes.