El año 2003 se realizó la primera Prueba de Selección Universitaria (PSU), la cual reemplazaba a la entonces vigente Prueba de Admisión Académica (PAA) como mecanismo de acceso a la educación superior en Chile y que se mantuvo como la principal herramienta para el ingreso a las universidades del país durante 17 años, realizando su última edición a finales del 2019 para el proceso de admisión llevado a cabo a principios del 2020. Posteriormente, para los períodos de admisión 2021 y 2022 existió un periodo de transición previo a la elaboración definitiva del nuevo sistema de acceso, realizándose una Prueba de Transición (PDT). Este período de transición culmina a fines de este año con la implementación de la nueva Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), la que se espera se realice por primera vez en diciembre del 2022 con miras al proceso de admisión para el año 2023.
El presente estudio se dedicó a revisar los principales sesgos y brechas que han presentado la PSU y PDT de lenguaje y matemáticas en sus periodos de aplicación entre diciembre de 2003 (proceso 2004) y diciembre de 2021 (proceso 2022), y la tendencia observada en los 3 últimos años, período marcado por el boicot a la PSU el 2019 y la pandemia que afecta al país desde el 2020. Esto, con el fin de revisar los avances y desafíos que deberá resolver el Ministerio de Educación (Mineduc) en la aplicación de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) en los próximos años.
Resumen Ejecutivo
Desde la implementación de la primera PSU el año 2003, se ha levantado la problemática de las brechas de puntajes por el género y colegio de origen de los estudiantes que la rinden. En este estudio se analiza la evolución de las brechas en el tiempo, con especial énfasis en los cambios observados tras la aplicación de la Prueba de Transición (PDT).
Se observa que, tanto en lenguaje como matemáticas, la brecha entre los establecimientos pertenecientes al Estado y los particulares -tanto subvencionados como privados-, se encuentra en su punto más bajo desde el año 2006 tras la aplicación de la PDT, con diferencias de 113 y 130 puntos respectivamente, en la prueba del proceso 2022.
De forma similar, la PDT de lenguaje ha alcanzado su menor diferencia -73 puntos en el proceso 2021- entre colegios Técnico Profesionales y Científico Humanistas en casi una década (desde el proceso 2013), frenando una tendencia al alza que presentaban las últimas PSU. En matemáticas también se observa una disminución de las brechas, siguiendo la tendencia observada en los últimos años.
Por otro lado, los datos muestran que en los últimos años se experimentó un aumento en la brecha de género en el caso de ambas pruebas. La pandemia podría ser uno de los causantes de dicho incremento; sin embargo, es tarea del Mineduc monitorear esta situación en las próximas evaluaciones.
La experiencia de las pruebas pasadas constituye un elemento claves para mejorar la implementación de las nuevas pruebas de acceso. En este contexto, tanto la PDT de invierno como la PAES deberán aprovechar los aprendizajes de las últimas pruebas, buscando la selección de los mejores estudiantes, con la menor cantidad de diferencias de origen posible.