Por Daniel Rodríguez, director ejecutivo de Acción Educar.
Sr. director,
En estas páginas se ha dado una interesante discusión sobre el proyecto de ley de sala cuna universal entre autoridades y organizaciones de la sociedad civil, en particular respecto a la ausencia del concepto de calidad.
Sobre este punto es importante aclarar que hoy existe una institucionalidad vigente para el aseguramiento de la misma, la que actúa a través de la Agencia de Calidad de la Educación, la Subsecretaría de Educación Parvularia y la Intendencia de Educación Parvularia. Las dos últimas, que están implementando estrictas normas de autorización y fiscalización para el funcionamiento de centros de educación parvularia, fueron diseñadas y aprobadas en el gobierno anterior justamente para resguardar la calidad y fortalecer este nivel. Es por ello que la crítica a la ausencia de una visión de calidad en este proyecto es improcedente y cercana a la mala fe.
La iniciativa en cuestión apunta a otra cosa: terminar con una discriminación histórica hacia las mujeres, facilitando el acceso al mundo del trabajo, por lo que su ámbito es exclusivamente laboral. Como en todo, habrá aspectos que mejorar, y resulta fundamental que su empalme con la nueva subvención para niveles medios sea preciso, pero no le exijamos a este proyecto de ley elementos que no tienen que ver con su esencia.
Leer carta al director en El Mercurio.