Por Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar.
Sr. director:
Solucionar la situación de los deudores del CAE es hoy una prioridad. Pero no basta con hacernos cargo de la deuda, sino también de definir un sistema que sea viable y que no perjudique la calidad de nuestra educación superior.
Una condonación total del CAE, como han propuesto diputados del Frente Amplio, significan aproximadamente 9.500 millones de dólares (Comisión Ingresa 2018). Esto es equivalente a entregar una pensión básica solidaria de 350.000 pesos por cerca de cuatro años y medio a las 600 mil personas que hoy la reciben. La comparación es relevante, pues es indispensable que los recursos del Estado se destinen efectivamente a quienes más lo necesiten y no es el caso de todos los deudores del CAE.
Asimismo, es necesario considerar los costos futuros. ¿Cómo financiamos los años que le faltan de su carrera a quienes eximimos el pago de los años ya cursados? Se cuestiona la posibilidad de que los estudiantes puedan aportar en su educación y eso tiene consecuencias importantes, como lo hemos visto con la gratuidad.
Una manera de hacernos cargo de quienes sufren el agobio de su deuda es mediante un nuevo crédito que solucione el problema de sobreendeudamiento estableciendo beneficios que lo hagan abordable, como un umbral de sueldo mínimo, cuota contingente al ingreso, condonación luego de un determinado número de años, etc. Además de condonar los intereses penales y financieros de quienes actualmente están en mora.
Así, se garantiza el acceso a la educación superior sin hipotecar el futuro del estudiante ni su familia ni poner en juego la calidad.
Leer carta al director en La Tercera.