Por Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar.
Señor Director:
El boicot a la PSU le suma una dificultad a la creación del nuevo sistema de acceso debido a la presión que existirá sobre los comités técnicos para llevar adelante los cambios y en especial por dar término a la PSU. El riesgo es que se terminen politizando y pierdan su carácter técnico, dejándose llevar por las presiones de turno.
Para llevar adelante las mejoras, es clave hacerlo en base a la evidencia comprendiendo que ningún instrumento es perfecto, por ello una batería amplia de diversos factores de selección permiten un equilibrio para lograr objetividad, transparencia, equidad y predecir el logro académico. La PSU, permite dar transparencia y objetividad, si bien se deben corregir los sesgos socioeconómicos y mejorar su predictibilidad, eliminarla no traerá mayor equidad, considerando además que el NEM y el Ranking tienen sus propias dificultades. A pesar de que los cambios no pueden hacerse de inmediato, es posible avanzar en otras mejoras como fortalecer la plataforma común de postulación entregando información al estudiante, flexibilizar el uso y ponderación de los instrumentos y que las instituciones puedan tener sus propios mecanismos, y así, medir habilidades distintas.
Dada la incertidumbre que se ha generado respecto de lo que viene, es clave terminar con la política de puertas cerradas con la que hasta ahora ha actuado el CRUCh en la toma de decisiones. Será necesaria una discusión abierta, con una hoja de ruta bien definida que logre dar confianza a los estudiantes y sus familias respecto de las modificaciones que se realicen.
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