Columna en El Dínamo: En educación no se puede priorizar para siempre

No puede extenderse indefinidamente la priorización sin tener una discusión a nivel nacional sobre los objetivos de la educación y si éstos pueden cumplirse con un currículum jerarquizado. 

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Durante la pandemia de Covid-19, se decidió que los establecimientos educacionales debían aplicar un currículum priorizado. Esto obedeció a la no presencialidad y menor asistencia a clases. Más de dos años después, el Ministerio de Educación anunció que extenderá dicha jerarquización hasta 2025. La cartera liderada por el ministro Ávila funda esta decisión en la mayor flexibilidad, que permitiría espacio para la integración y recuperación de aprendizajes, entre otros (Actualización de la priorización curricular, Mineduc, noviembre 2022).

Es inexplicable que se pretenda extender la priorización curricular en el actual contexto de crisis educacional en el que nos encontramos. Un 96% de los escolares de primero básico no reconocen las letras del alfabeto y el vocabulario ha caído significativamente (U. de los Andes, 2022). Sumado a esto, las pérdidas de aprendizajes costarán trillones de dólares a futuro y perjudican gravemente a los más pobres (Banco Mundial, 2020). La Encuesta de Monitoreo Educacional en Pandemia (EMNP) mostró que los aprendizajes de estudiantes permanecen siendo una de las mayores dificultades de los establecimientos, y que, además, los colegios no dictaron cerca del 30% de los contenidos del currículum —priorizado— previsto a septiembre de 2022. La pérdida de aprendizajes escolares hoy, además, implica un detrimento adicional en el futuro, toda vez que es un proceso en el que las etapas tempranas son críticas (Cunha y Heckman, 2007).

Priorizar los contenidos en los establecimientos puede, en teoría, generar espacios para que, en ellos, se puedan recuperar los aprendizajes. Pero en la práctica, ni siquiera se han logrado cubrir, y dicha situación es aún más grave en los establecimientos fiscales, donde 4 de cada 10 no llegaron a cubrir siquiera el 70% de los contenidos del currículum ajustado. En otras palabras, no sólo se perdieron aprendizajes durante el cierre de escuelas, sino que se siguen perdiendo.

¿Es igual para todos? No. Más del 80% de los colegios pagados han logrado cubrir la gran mayoría del currículum. Las brechas de aprendizaje por nivel socioeconómico y dependencia administrativa que el Ministerio de Educación y el Banco Mundial proyectaron a inicios de la pandemia se siguen ensanchando (Mineduc, 2020). Frente a esto, dejar contenidos fuera de la sala de clases no puede ser una solución permanente.

No puede extenderse indefinidamente la priorización sin tener una discusión a nivel nacional sobre los objetivos de la educación y si éstos pueden cumplirse con un currículum jerarquizado. Este, en la práctica, significa menos aprendizajes para los más vulnerables, lo que implica pasar por alto el objetivo fundamental del sistema educativo: el desarrollo integral de los futuros ciudadanos.

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Escrito por Manuel Villaseca

Director de Estudios (s)