Columna en El Líbero: Cambios a la PSU y un poco más

Por Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar.

A pesar de que aún se siguen discutiendo algunos aspectos sobre la Ley de Educación Superior, dado que ésta sin duda es perfectible, hay otros elementos que quedaron zanjados, tales como la creación de un nuevo sistema de acceso. Aquí la normativa es elocuente en la necesidad de modificar nuestro sistema y de terminar con la concentración en la toma de decisiones que hasta ahora descansaba en el Consejo de Rectores. La ley permite que distintos actores puedan tener opinión a través de los Comités de Acceso tanto para el mundo universitario como para el técnico profesional, y si bien en el caso del primero aún la balanza se inclina hacia un grupo de instituciones, esta apertura es fundamental para dar transparencia y objetividad al sistema.

En la línea de los cambios, el Demre -organismo encargado de confeccionar la actual prueba- presentó un prototipo que modificaría la PSU, pasando de evaluar conocimientos, a habilidades y competencias fundamentales a través de tres pruebas de selección de competencia lectora, matemática y científica, y otras dos de caracterización. De esta manera se busca acortar las brechas socioeconómicas y hacerse cargo de la discriminación que produce la actual prueba de selección entre las distintas modalidades educativas: artística, científico-humanista y técnico-profesional. Cuestiones que en una primera mirada parecen muy positivas.

Sin embargo, las posibilidades que entrega la ley son más amplias. Si bien no se trata de inventar la rueda, el espacio está dado para repensar no sólo la PSU, sino la totalidad del sistema de acceso y es en esa discusión donde se debe insertar una propuesta respecto del instrumento que finamente se utilizará. Es decir, la definición y cómo se elaborará el instrumento -que hoy es la PSU- debiese ser el resultado de una reflexión más profunda y no el punto de partida.

Es necesario introducir en el debate preguntas como si debemos seguir con un sistema de acceso único o podremos diversificarlo, si debemos tener un único instrumento o no. Si distinguimos la educación vespertina o diurna en consideración a sus particularidades, ¿es posible considerar no sólo las modalidades educativas sino también la diversidad de nuestras instituciones? Al mismo tiempo, ¿podremos hacernos cargo de los distintos perfiles de estudiantes que ingresan a la educación terciaria?

La tarea no es fácil. Por lo mismo es necesario que la discusión sea amplia y participativa, donde se involucre la mirada de diversos expertos. Será fundamental aprender de los errores del pasado, la PSU tiene mucho que decir al respecto, una política que fue acelerada y que no atendió a las críticas, que terminó haciendo permanente una solución que no era más que transitoria, con las consecuencias que ya conocemos.

Una política tan delicada como lo es el sistema de acceso, del cual va a depender el futuro de los estudiantes, debe tener la seriedad que corresponde. Aquí, tanto la futura Subsecretaría de Educación Superior como los Comités de Acceso tienen un rol fundamental que cumplir. En primer lugar, dando certeza y confianza en el proceso. La incertidumbre que ya empieza a sentirse respecto de qué es lo que viene, necesita encontrar cierta orientación. No podemos aún exigir la solución, pero sí pautas, plazos, señales, acciones que muestren liderazgo sobre los cambios que vendrán.

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Escrito por Magdalena Vergara Vial

Ex directora ejecutiva de Acción Educar