Columna en El Líbero: Marcela Cubillos, tres señales

Por Daniel Rodríguez, director ejecutivo de Acción Educar.

A pesar de que sólo lleva una semana liderando la cartera de Educación, Marcela Cubillos se encargó de tomar el timón y dar interesantes señales que logran dibujar, de alguna manera, qué sello quiere dar a su gestión.

Si algo dejó en claro al asumir su cargo fue que continuaría con el trabajo del ex ministro Gerardo Varela. Decir esto como primera señal, tomando en cuenta que es una política con experiencia, implica cierto riesgo: Varela no salió bien y no cuenta con reconocimiento de los actores relevantes ni apoyo popular. Pero la ministra no es principiante y su visión es claramente práctica: los equipos internos son buenos, y la agenda del Mineduc no pertenece a la autoridad saliente, sino al programa de gobierno y al mismo Presidente Sebastián Piñera. Al plantear continuidad, no solo evita el fantasma de la rotativa ministerial que tanto daño le ha hecho al sector, sino que ratifica la pertinencia de la agenda educacional del Ejecutivo que, por muchas razones, no ha logrado instalarse ni con fuerza ni con claridad. Asimismo, confirmó el compromiso de implementar las leyes aprobadas -algo que la oposición empezó lentamente a creer-, y que constituye quizás el resultado político más concreto de la gestión de Varela. Así, la estrategia de la ministra disminuye la incertidumbre.

La segunda señal es que su primer acto público fue en una escuela. Aquí la ministra muestra, hábilmente, un compromiso con los discursos sobre la centralidad de la sala de clases, el aprendizaje y, sobre todo, con los niños y niñas. Esto es algo que todos los ministros de Educación hacen –con mayor o menor naturalidad– pero su despliegue mostró manejo y cercanía. Convirtió el somnoliento y trillado rito en un espacio de comunicación política de ideas importantes y correctas, cumpliendo con la necesidad de reimpulsar al ministerio desde una visión de terreno.

La tercera señal ha sido transversal a sus declaraciones. Tanto en su entrevista el fin de semana posterior a su nombramiento, como en su intención de evitar que el CRUCh limite el uso de la información de la PSU, la ministra se ha preocupado de imprimir ideas algo más de fondo. La más valiosa es la posición política respecto de la agenda legislativa: Cubillos planteó, ante un parlamento adverso, la idea de la legitimidad de los acuerdos. Esto es potente, pues reemplaza la lógica de la retroexcavadora que operó en educación durante el gobierno precedente, y convertirse en el discurso que unifique las iniciativas de calidad que el Mineduc ha ido generando, pero no ha logrado instalar en la opinión pública y darle coherencia. Es positivo que tras las conflictivas reformas estructurales que tanto desgaste causaron, se instale la idea de los acuerdos y la legitimidad como el marco en el que se promoverán los desafíos pendientes: la calidad y el aprendizaje.

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Escrito por Daniel Rodríguez Morales

Director ejecutivo de Acción Educar.