Columna en La Tercera: No + PSU

• 9 de Enero, 2020

Por: Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar.

Como todos los años, los días en que los estudiantes rinden la PSU, se vuelve el momento ideal para recordar las falencias del Sistema de Acceso. Este año, sin embargo, el tinte fue distinto, luego de que un grupo de escolares boicoteara la prueba, impidiendo que algunos estudiantes pudiesen rendirla, bajo el llamado de “No + PSU”.

Lo ocurrido dice mucho, y deja también mucho que desear. Queda claro que para algunos son más importantes sus propias consideraciones antes que el interés general. Bajo su causa será siempre posible vulnerar el derecho y libertad de los demás –incluso sus propios compañeros-, pues fieles a Maquiavelo, su fin justificaría los medios. De quienes son autoridad se esperaría algo distinto, como condenar este tipo de hechos, sin embargo, hacer la vista gorda se ha convertido ya en un arte.

La crítica a la PSU, viene desde hace años y, que un grupo se la arrogue como bandera, sería un aprovechamiento. Diversos estudios dan cuenta de los problemas de segregación y falta de predictibilidad de la prueba. Sin embargo, y a pesar de las recomendaciones hechas (recordemos el Informe Pearson del año 2013) no se han hecho mayores cambios en ésta. La responsabilidad en esto recae en el Consejo de Rectores (Cruch). Es el Cruch el encargado del Sistema de Admisión (SUA) y, por tanto, quien define no sólo la prueba, sino las reglas a las que debían adaptarse todas las instituciones adscritas, sin que las demás (las privadas) tuvieran nada que decir al respecto.

Más que nunca se debe evitar la condescendencia. La crítica a la prueba en ningún caso justifica los hechos ocurridos. Pretender hacer un cambio en el Sistema de Acceso a sólo días, incluso en la misma fecha, en que se rinde el principal instrumento de selección –por objetable que sea- es a todas luces irresponsable. La improvisación no puede ser la medida con que hagamos nuestras políticas públicas, menos cuando se trata de procesos tan delicados y relevantes para el futuro de los jóvenes.

Es incluso más irresponsable, cuando la propia ley ya definía un cambio en el SUA, creando un nuevo sistema de acceso que permitía la modificación de la Prueba de Selección Universitaria. El espacio ya estaba dado, no sólo para repensar la PSU (a la que ya se han anunciado ciertos cambios), sino para repensar la totalidad del sistema, pero con seriedad y en base a la evidencia.

Nada quita la responsabilidad de no hacer los cambios a tiempo, sin embargo, si de verdad la intención es mejorar nuestro sistema de manera de hacerlo más equitativo, los cambios deberán ser paulatinos, y las falsas expectativas que algunos ya anuncian, como que ésta será la última PSU, no hacen más que dañar esa posibilidad.

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