Columna en La Tercera: Programas de acceso a pedagogías; una gran oportunidad

Por Tania Villarroel, directora de Estudios de Acción Educar.

Esta semana se está discutiendo en la Comisión de Educación y Cultura del Senado el proyecto de ley que modifica los requisitos de ingreso a las pedagogías, buscando aplazar la entrada en vigencia del endurecimiento de las exigencias. Afortunadamente, existe consenso transversal en lo positivo de la iniciativa.

Actualmente, para estudiar Pedagogía es requisito obtener un mínimo de 500 puntos en la prueba de admisión, estar en el 30% superior de la generación de egreso del colegio o aprobar un Programa de Acceso a Pedagogías (PAP). Esta última opción, no ha tenido el lugar que merece en el debate. Los PAP representan una oportunidad relevante para atraer a alumnos de educación media a estudiar Pedagogía y para detectar talentos no tradicionales; sin embargo, poco se habla de ellos.

Se trata de programas desarrollados por las propias universidades que permiten a alumnos de la última etapa escolar prepararse para su entrada a la educación superior, en este caso, con énfasis en Pedagogía. Quien lo aprueba puede ingresar a esta carrera solo habiendo rendido la prueba sumado a los requisitos generales del sistema de acceso. Estos cursos permiten que los estudiantes de educación media se acerquen a la Pedagogía desde otro punto de vista, se hagan una idea de lo que significa estudiarla y experimenten a temprana edad lo enriquecedor que es educar. Esto último es relevante, considerando que las experiencias docentes tempranas son un catalizador de la elección de estudiar esta carrera (Low, 2017).

Además, una iniciativa de estas características puede conseguir lo que nuestro sistema de acceso no ha logrado: detectar talentos no académicos. Los instrumentos de selección vigentes no están diseñados para identificar candidatos cuyos talentos no se expresan académicamente; no obstante, la evidencia muestra que existen buenos docentes que no necesariamente rindieron una buena prueba de ingreso. En efecto, un 27% de los docentes calificados como de buen desempeño tuvieron menos de 500 puntos en la PSU. Ninguno de ellos puede entrar a estudiar Pedagogía el día de hoy vía prueba de admisión, pero quizás, al cursar un PAP habrían encontrado su vocación y podrían haber estudiado la carrera.

Este mecanismo de acceso está en peligro de extinción. La ley vigente establece que en 2026 para ingresar a este programa se deberá estar en el 15% superior de la generación escolar. Con esto, solo alrededor de 400 alumnos de los que entraron el 2020, podrían haber utilizado este instrumento de selección.

Los PAP tienen un gran potencial. Esto no significa que estén exentos de problemas: muchas veces funcionan como preuniversitarios sin énfasis en Pedagogía y los alumnos que los cursan terminan estudiando otras carreras. Estos problemas deben ser solucionados para que logren los objetivos planteados, pero no hace sentido eliminarlos tácitamente obviando lo que pueden llegar a ser.

Por lo mismo, esperamos que el proyecto de ley que modifica los requisitos de ingreso a Pedagogías sea aprobado, de manera de salvar los PAP para poder finalmente desarrollarlos y aprovechar la oportunidad que presentan.

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Escrito por Tania Villarroel Oyarzún

Directora de Estudios.