Un artículo publicado hoy en La Tercera indica que al menos seis universidades del Consejo de Rectores (CRUCh) proyectan importantes brechas financieras si es que adhirieran al plan de gratuidad en las condiciones que se definen en la glosa del proyecto de ley de presupuestos 2016, el cual ya fue aprobado por ambas cámaras. Es el caso de la U. Federico Santa María, U. de Santiago, U. de Antofagasta , U. Católica, U. Católica de Valparaíso y U. Católica del Maule.
En efecto, desde que el gobierno presentó la glosa en cuestión, simulaciones de los mismos planteles o de centros de estudios advirtieron los déficit que se generarían en varias instituciones, lo que podría impactar en la calidad de los programas o en otras variables.
Un estudio de Acción Educar que tomó en consideración lo estipulado en el proyecto de ley , estimó que 16 de las 28 universidades que en principio podrían participar de la política de gratuidad quedarían en una situación deficitaria.
En el proyecto de presupuestos se especifica que de manera centralizada se fijará un arancel regulado para cada plantel que se una, el cual se aplicará a todos los alumnos vulnerables (de los cinco primeros deciles) que allí estudien y que servirá de base para calcular el monto que el Estado le entregará a cada universidad para que funcione y no le cobre a dichos alumnos. Si el arancel regulado no alcanza a cubrir el monto del arancel real se podrá adicionar un suplemento de hasta un 20% por sobre el arancel regulado.
El análisis concluye que 16 universidades tendrán una brecha anual por cada alumno vulnerable que persistirá incluso después de adicionar el 20% mencionado.
Habiéndose ya aprobado la glosa presupuestaria que determina la forma en que se financiará la gratuidad para el 2016, queda en evidencia la situación deficitaria en la que algunas universidades quedarán, tal como fue anticipado.