Un estudio de Acción Educar afirmó que la gran concentración de recursos hacia el nivel terciario refleja una desigualdad frente a la educación escolar o parvularia.
Por Sebastián Dote.
Un estudio del Acción Educar afirmó que el Estado gasta sus recursos principalmente en la educación superior en comparación a la enseñanza escolar y parvularia, en el reflejo de una distribución desigual que impacta especialmente a los primeros niveles.
El análisis, que fue realizado por el investigador Francisco Alessandri, revisó los destinos de los fondos entregados por el Ministerio de Educación (Mineduc) bajo distintas estrategias.
En este caso, se compararon los gastos en establecimientos educacionales el año 2019, de acuerdo a los presupuestos finales de ese año, presentados en la Ley de Presupuestos del 2020, el análisis de gasto en educación superior realizado por la Contraloría General de la República, y la matricula por nivel presentada por el Mineduc.
La investigación mostró que la cantidad de dinero que se gasta por estudiante en cada nivel educativo tiene montos similares en educación parvularia ($1.887.893 anual) y superior ($1.897.026), y levemente más baja en educación escolar ($1.741.772). Dichos números se desproporcionarían con la inclusión de todos los alumnos y todos los tipos de establecimientos, como colegios privados e instituciones de educación superior (IES) no acreditadas.
Con todo esto, el análisis afirmó que mientras en los jardines y colegios el Estado se gasta $2.763.178 y $2.218.785, por estudiante respectivamente, en educación superior el monto asciende a $3.252.535. Es decir, se gasta un 18% más en estudiantes de educación superior que de jardines infantiles y un 47% más que en escolares.
Al revisar el gasto en IES estatales, se observa que en instituciones de la región Metropolitana se gasta $3.400.000 por alumno, mientras que en regiones el gasto es de $3.170.000, un 7% menos.
Adicionalmente, se detectó que los promedios de gasto de los países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) son constantes en todo los niveles a diferencia de Chile, que está inclinado hacia la entrega de fondos destinados al nivel terciario.