En septiembre del 2020, países de Europa como Alemania y Francia, comenzaron su año escolar pese a las medidas de confinamiento debido a la segunda ola de contagios. En Sudamérica, Argentina, Colombia y Bolivia, ya concretaron el retorno presencial a clases tras casi un año de cierre. Mientras en Chile, los colegios se preparan y el gobierno dispuso vacunas para los docentes y se definió que el 1 de marzo el regreso sea mixto, gradual y voluntario. El Líbero profundiza cómo ha sido la experiencia en distintas naciones.
Por D. Bas
El debate por el retorno presencial a clases, a una semana del inicio del año escolar 2021, se ha tomado la agenda durante los últimos días. En el país, la posición del Gobierno es clara, y el retorno a clases para este 1 de marzo ha sido ratificado por el Presidente Sebastián Piñera y por el ministro de Educación, Raúl Figueroa.
“El inicio del año escolar de forma presencial será voluntario, gradual, flexible y seguro”, dijo el Mandatario. Mientras, desde el Mineduc aseguraron que este inicio “no significa que 3 millones y medio de estudiantes vayan a estar en la puerta de los colegios” el 1 de marzo.
Pese al inicio del proceso de vacunación para los docentes y la reciente llegada de más de 160 mil dosis más para los trabajadores de educación, hay quienes siguen escépticos de aceptar el retorno presencial a las salas de clases, como el Colegio de Profesores que se ha negado reiteradamente y alcaldes de más de diez municipios que argumentan no estar preparados.
Las evidencias recogidas internacionalmente y en la experiencia de los colegios que reabrieron en Chile durante el 2020, demuestran que, con las medidas de seguridad necesarias, las escuelas no son el principal factor de transmisión de Covid-19. Misma postura tienen organismos como la Unicef, OMS y Unesco, que se han cuadrado con el criterio difundido por líderes como la canciller alemana, Angela Merkel sobre que “las escuelas tienen que ser las últimas en cerrar y las primeras en abrir”.
Europa decidió lanzarse a la reapertura presencial de las escuelas desde inicios de septiembre, cuando comienza su año escolar, por lo que sus meses de experiencia ayudan a prever lo que sucederá en Chile.
Pese al severo aumento de casos que tenían en medio de la segunda ola de coronavirus y una serie de medidas de reconfinamiento, la mayoría de los gobiernos decidió mantener las clases presenciales, incluso cuando las empresas y los lugares de trabajo estaban cerrados.
Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar, ha investigado la experiencia europea y señala a El Líbero que “países como Alemania, Italia, Francia, España, entre otros, han tomado como prioridad mantener las escuelas abiertas con clases presenciales, a pesar del aumento de contagios, comprendiendo las graves consecuencias que su cierre acarrea en los niños”. Y destaca que en el caso de Inglaterra, debido al aumento de casos, ha prorrogado el regreso a clases presenciales luego de las vacaciones de Navidad, pero “los colegios se mantienen abiertos para los niños más vulnerables e hijos de trabajadores esenciales y dentro del plan de regreso en marzo se busca priorizar a la primera infancia”.
Alemania fue uno de los primeros países en comenzar sus clases y a mediados de agosto ya habían vuelto diez estados federados de forma escalonada. En la fecha, el país promediaba 2 mil casos diarios y las autoridades calificaron la vuelta a clases como exitosa con 700 escuelas afectadas por cierre de un total de 30 mil. A 5 días de la apertura ya había colegios que debieron cerrar, pero la tónica en esa nación ha sido mantener abiertas las escuelas, aún cuando hubo un cierre parcial en noviembre.
Hasta que a mediados de diciembre Alemania estableció su segundo confinamiento al enfrentar un promedio de 10 mil casos diarios y la nueva cepa británica, lo que los obligó a cerrar escuelas y la mayor parte del comercio. Algo que se ha prorrogado hasta el 7 de marzo. Siguiendo el mensaje de Merkel, aseguraron que apenas comience marzo los colegios podrán reabrir, siendo los primeros en desconfinarse.
Mientras en Francia, después de seis meses de escolaridad interrumpida, 12,4 millones de alumnos de todos los niveles volvieron a clases en septiembre del 2020. En esa nación se consideró positivo el regreso a clases, donde a dos semanas del primer día de clases el 1 de septiembre, 80 establecimientos cerraron de un total de 60 mil escuelas, lo que representa solo un 0,13 % del total. El ministro de Educación francés, Jean-Michel Blanquer, quien presionó para que las escuelas reabrieran rápidamente, decidió mantener las clases presenciales aún cuando el país entró en un cierre nacional a fines de octubre.
Tras el receso por vacaciones de diciembre, los mismos 12 millones de alumnos de preescolar, primaria y secundaria volvieron a clases el 4 de enero, en una jornada calificada como exitosa por las autoridades. Las nuevas infecciones en enero promedian 18 mil por día, por lo que se mantienen las medidas sanitarias estrictas que comenzaron a regir en octubre, desde su segundo confinamiento.
Vergara advierte que “durante esta segunda ola y variante del virus, los países en general han reforzado las medidas sanitarias, así por ejemplo Francia mantiene las escuelas abiertas, pero aumentó las medidas de ventilación, distanciamiento e higiene y el uso de mascarillas dentro de la sala de clases”.
En España, mientras el país tenía cerca de 9 mil casos diarios de coronavirus, los estudiantes retomaron sus clases en septiembre de manera escalonada por región. Lograron alcanzar que solo 1.852 clases estuvieran en cuarentena de un total de 386.214, de las cuales Madrid lideraba en los cierres. Aproximadamente eran 116 colegios cerrados en todo el país.
Al 7 de enero, ya varias comunidades volvieron a clases presenciales en el país ibérico, pero otras que debían volver el día 11 modificaron la vuelta al colegio por el temporal de frío que debieron enfrentar. Las autoridades españolas señalaron que “el Covid-19 está teniendo una mínima incidencia en los centros educativos y son esenciales las clases de manera presencial”. Las salas confinadas pasaron de 0,6% a 1,4% tras las vacaciones de Navidad, alcanzando cerca de 6 mil cerradas, pero la ministra de Educación, Isabel Celaá, descartó cerrar los centros educativos.
En Sudamérica comienza a concretarse el regreso presencial a clases
Tras casi un año en que los colegios de los países de América del Sur debieron cerrar sus puertas por la llegada del coronavirus, fecha que coincidió con el inicio del año escolar 2020 en el cono sur, los gobiernos buscan imitar la realidad europea cuando en septiembre, pese a una serie de medidas de reconfinamiento y en medio de la segunda ola de aumento de casos activos, decidieron mantener las clases presenciales y definir que los colegios serían lo último en cerrarse.
En Argentina, los colegios de la ciudad de Buenos Aires abrieron sus puertas el 17 de febrero con una combinación de clases presenciales y virtuales, mientras que otras zonas retomarán la vuelta presencial progresivamente, según el curso, hasta el 22 de marzo. Cerca de 370 mil estudiantes de jardines, primer ciclo de primaria y secundaria retomaron sus clases en el aula.
La medida ha sido respaldada por el gobierno del Presidente Alberto Fernández y por la administración local de Horacio Rodríguez, de oposición, además por la Academia Nacional de Medicina que a principios de febrero consideró imprescindible el retorno inmediato a las clases presenciales. Quienes no están de acuerdo son los miembros del gremio docente Ademys -de Buenos Aires- que estuvieron 72 horas en paro de actividades porque consideran que no están dadas las condiciones sanitarias.
Argentina registra alrededor de 4 mil casos diarios de Covid-19 y un promedio sobre los 5 mil en los últimos 7 días y recientemente se comenzó a vacunar a los docentes mayores de 60 años, por lo que algunas de las medidas tomadas son la obligatoriedad del uso de mascarillas para niños desde los 5 años, toma de temperatura, horario de ingreso escalonado, distancia física y pausas para renovar el aire en las salas.
El gobierno de Fernández estableció que cada provincia reinicie las clases según la modalidad más adecuada. En Buenos Aires buscan alcanzar la presencialidad de sus 785 mil alumnos, por lo que el 1 de marzo reabrirán los colegios en modo mixto. Solo un tercio de las escuelas, alrededor de 5 mil, tienen la capacidad para volver completamente y el 70% restante funcionará de modo alternado por semanas.
En Colombia, específicamente en su capital Bogotá, el lunes 15 de febrero comenzaron un retorno gradual y voluntario en 8 de 399 instituciones distritales también con un modo alternado entre presencialidad y clases virtuales. Irán regresando desde esta semana hasta el 12 de abril, dando preferencia a los alumnos preescolares y con horarios escalonados, aforo máximo y medidas sanitarias.
En Brasil las clases comenzaron el 8 de febrero en Sao Paulo, uno de los estados más afectados por la pandemia del coronavirus. Más de 4.500 escuelas abrieron sus puertas con restricciones para recibir hasta un 35% de los alumnos, según informó la Secretaría de Educación de ese país. El retorno permitirá que unos 3 millones de estudiantes puedan volver a clases y se hará de manera mixta alternada por semana. En ese país, el Sindicato de Profesores de Enseñanza Oficial también convocó una huelga para la próxima semana contra el retorno a la educación presencial.
En Perú las clases comenzarán a nivel nacional el 15 de marzo de manera virtual, hasta el 15 de abril, cuando se evaluará nuevamente. Según informó el ministro de Educación peruano, Ricardo Cuenca, la vuelta a clases presenciales será prioritaria en los lugares donde no hay buena conectividad. En Uruguay, esperan iniciar el 1 de marzo las clases en educación inicial, primaria y media básica y el 8 de marzo en media superior y terciaria. En septiembre midieron los establecimientos educacionales y se determinó que en los que falte espacio se habilitarán salas de clases móviles.
Estados Unidos: vuelta a clases dentro de los primeros 100 días de Biden
En diciembre del 2020, ad portas del inicio del año escolar estadounidense que comenzó en enero, Joe Biden, cuando aún no asumía como Presidente, prometió “reabrir la mayoría de los establecimientos”. Hace unos días repitió que la mayoría de las escuelas desde el preescolar hasta octavo grado abrirán de manera total, un objetivo que sería una de sus prioridades en sus primeros 100 días de administración.
Para ello firmó una orden ejecutiva para garantizar que se reembolsen fondos a las escuelas por la limpieza adicional, los equipos personales de protección y otros gastos relacionados con el regreso de los estudiantes a las aulas. También pidió a su administración que desarrolle nuevas pautas para una reapertura segura de las escuelas. Hace algunos meses ya han abierto con éxito en el país norteamericano colegios católicos y privados, principalmente en Nueva York. De hecho, en septiembre, cuando iniciaban el semestre anterior, fue el único estado, entre los principales, que reabrió de modo presencial.
Respaldando el objetivo de Biden, el miércoles 17 de febrero, Anthony Fauci, principal experto en enfermedades infecciosas de Estados Unidos dijo que vacunar a todos los profesores antes de que las escuelas puedan abrir “realmente es poco práctico para convertirlo en una condición sine qua non de la apertura de las escuelas”. Opinión que compartió la red estatal de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC en inglés).
La directora ejecutiva de Acción Educar coincide en que la evidencia muestra que la vacuna no es un requisito indispensable. “Europa tuvo abiertos los colegios durante el 2020 sin que existiese vacuna. Este año tenemos el ejemplo de Argentina, donde los colegios en Buenos Aires ya han vuelto presencialmente, a pesar de que no todos los profesores estén vacunados”, indica Magdalena Vergara. “En eso Chile ha logrado ser un ejemplo a nivel mundial dada la velocidad y buena ejecución de las vacunas; sin embargo, nos falta priorizar con mayor convicción las clases presenciales”, subraya.