El Ministerio de Educación enfatiza que el nuevo diseño no elimina contenidos y destaca que hubo instancias de consulta durante el proceso.
Desplazando a teleseries y personajes de la farándula, que suelen estar entre los más comentados en las redes sociales, conceptos como “Historia”, “Filosofía” y hasta “Consejo Nacional de Educación” marcaron las reacciones ayer en Twitter. En la tarde ya había cerca de 500 mil comentarios.
Las modificaciones a los ramos que tendrán los alumnos de 3° y 4° medio de todo el país —que anticipara ayer “El Mercurio”— son las más grandes desde 1998.
Y apenas se dio a conocer la actualización de las asignaturas (ver recuadro), que ahora debe ingresar a la Contraloría, afloró la inquietud respecto de cómo se pondrá en práctica.
Entre los académicos, y sobre todo los historiadores, hay preocupación, ya que Historia y Geografía no figura como curso obligatorio, pero sí entre los electivos.
A juicio de Sergio Villalobos, Premio Nacional de Historia 1992, se debió abordar el tema “con los círculos universitarios, académicos, autores de libros, para poder hacer algo equilibrado, bien pensado”.
Si bien las autoridades han enfatizado que los contenidos no desaparecen, sino que se adelantan, la directora del Museo Histórico Nacional, Macarena Ponce de León, ve un riesgo de que las materias se pasen de modo más superficial. “Pondría ojo en saber cómo se va a enseñar un contenido tan comprimido, para que no termine siendo la típica Historia de hechos, batallas, fechas, héroes, acontecimientos, en vez de una historia muchísimo más procesual (…) Aislar acontecimientos para pasarlos en su totalidad sería un crimen”, dice la historiadora.
Sol Serrano, Premio Nacional de Historia 2018, advierte que la información aún es insuficiente, pero apunta a la necesidad de que Educación Ciudadana no se distancie de Historia: “Si la ciudadanía se estudia desprovista de su dimensión histórica, pierde gran parte de su sentido pedagógico. Porque no es una abstracción, es una construcción”.
Las críticas también vinieron desde el gabinete. La ministra de las Culturas, Consuelo Valdés, planteó en la radio Cooperativa que ojalá Historia tuviera “carácter de mayor obligatoriedad”, y aseguró que “son cosas que se pueden enmendar”.
Déficit docente
Otra interrogante que surge es la siguiente: ¿quiénes van a impartir estos ramos y cómo? Ana Luz Durán, decana de Ciencias de la Educación de la U. San Sebastián y representante de las instituciones privadas en esta área ante el Mineduc, plantea que esto confirma que habrá un déficit de docentes: “Puede ser una gran iniciativa, pero que se vea muy dañada en el proceso de implementación. ¿Y quiénes van a sufrir más por no tener profesores? Los más vulnerables”.
La académica añade que se deben revisar las herramientas con las que cuenten los profesores para impartir contenidos que tendrían una mirada más analítica. “¿Hoy los profesores tienen la capacidad de dar un enfoque analítico? No estoy tan segura”, dice. Elige Educar, que proyecta a 2025 un déficit de 32 mil profesores formados en docencia y en la especialidad que enseñan, prevé que faltarán docentes de Filosofía, ramo que será obligatorio (ver recuadro).
“A 2018, el 37% de la matrícula de 3° y 4° medio estudia en colegios técnico-profesionales. Esto representa un aumento del 60% de los estudiantes a los que se les impartirá la clase de Filosofía”, señala Joaquín Walker, director ejecutivo de la ONG.
Mirada más integral
El subsecretario de Educación, Raúl Figueroa, destaca que con estos ajustes se completa la actualización del currículum escolar y que “lo que se reemplaza son contenidos que se estaban viendo, pero con una mirada que no era la adecuada”.
“Sin esta modificación se corría un fuerte riesgo de repetición, y con los cambios, se apunta a una mirada más integral combinada con una mayor profundización”, afirma.
Ante las críticas, el subsecretario señala que se generaron instancias de consulta durante el proceso: “Hubo un proceso amplio de participación, que partió en 2016 y fue más fuerte en 2017, que involucró del orden de tres mil establecimientos y que ciertamente permitió recoger las inquietudes y observaciones de los principales actores del sistema”.
Concretar los ajustes tomó tres años y pasó de una administración a otra. Alejandra Arratia, directora ejecutiva de Educación 2020, era la coordinadora de Currículum y Evaluación del Mineduc cuando se inició este análisis. Sobre el resultado, destaca que “había un tema de inequidad estructural y creo que es positivo que se haya resuelto con un plan común”. Esto, ya que se establecen seis ramos obligatorios para los alumnos de los establecimientos de todas las modalidades.
Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar, también valora que se haya abordado esta diferencia que “dejaba en desventaja especialmente a los alumnos técnico-profesionales, lo que luego se reflejaba en la PSU”.