El texto también plantea que se considere como vacaciones enero y febrero y el receso de invierno. El Ejecutivo rechaza estos puntos y asegura que está buscando asegurar la calidad de la educación.
Por D. Gotschlich
(Extracto del artículo de El Mercurio, para verlo completo ingresa aquí)
‘Hemos venido a dejar una carta al Presidente de la República en la cual expresamos nuestro absoluto repudio al veto que se anunció para una ley que veníamos trabajando hace mucho tiempo en el Congreso’, enfatizó ayer el presidente del Colegio de Profesores, Carlos Díaz, afuera del Palacio de La Moneda.
Desde el gremio anunciaron una movilización ‘ascendente’, que constará de asambleas con apoderados y reuniones con congresistas, y que tendrá como principal hito un paro nacional, convocado para el próximo miércoles 13 de octubre, al cual los docentes llaman a que todos los trabajadores se sumen.
‘Estamos convocando no solo a los profesores, sino que a todos los trabajadores de la educación y del país que han visto vulnerados sus derechos’, planteó Díaz.
Lo anterior, luego del anuncio de un veto supresivo del Ejecutivo para eliminar algunos aspectos que contiene el proyecto de ley, que busca modificar las leyes de Estatuto Docente, de Titularidad Docente y modificar otras dos disposiciones transitorias, y que fue aprobado el 9 de septiembre en la Cámara de Diputados, quedando listo para convertirse en ley (…).
Puntos de inflexión
De las tres partes del proyecto, el veto presidencial solo se centra contra dos: la relacionada con el Estatuto Docente y una de las dos disposiciones transitorias que el gremio de profesores busca modificar.
Son dos temas los que principalmente generan reparos en el Ejecutivo: uno es que el proyecto impulsado por los profesores señala que no se podrá despedir a aquellos docentes que sean evaluados con un desempeño básico o insatisfactorio durante tres evaluaciones docentes consecutivas, algo que actualmente es causal de desvinculación laboral (…).
(…) Borja Besa, investigador legislativo de Acción Educar, considera que ‘no tiene sentido’ no poder despedir a un profesor por no estar bien calificado según el instrumento oficial.
El abogado señala que la legislación actual no busca ir despidiendo profesores, sino entregar un curso de apoyo para quienes obtienen malos resultados y brindarles más oportunidades para que mejoren. No obstante, el proyecto aprobado ‘considera que pueda mantenerse en el sistema un profesor que es consistentemente evaluado como insuficiente o como básico. Podría estar 15 años un profesor sin poder ser desvinculado sabiendo que es malo y constantemente mal evaluado’ (…).
Ver nota completa en El Mercurio.