Por: Valentina González.
Incluyen preguntas para padres y alumnos, diferenciadas según edades. La jefa de la DEP, Alejandra Grebe, anticipa que serán un insumo valioso para planificar el eventual retorno.
Desde abril, la Dirección de Educación Pública (DEP) y Acción Educar trabajaron, en una mesa junto a expertos, en el diseño de un instrumento que permitiera a los colegios conocer la situación socioemocional de sus alumnos durante la suspensión de clases presenciales, para así hacer ajustes en la educación a distancia y además preparar el eventual regreso.
El resultado, que ya está en manos de los servicios locales para iniciar su aplicación en los establecimientos, es un set de cinco cuestionarios, diferenciados por edad, que incluye a los niños y a los padres. Las preguntas varían según los cursos, pero buscan abordar temáticas que incluyen las dinámicas del hogar, las circunstancias de la familia, el comportamiento de los estudiantes en estos meses y su experiencia con la enseñanza remota.
La directora de Educación Pública, Alejandra Grebe, destaca que esta herramienta permitirá ‘generar estrategias a corto, mediano y largo plazo (.). Esta información también será relevante para programar el retorno gradual a clases presenciales, pues los datos que se recojan van a impactar en el diseño de lo que serán las primeras dos o tres semanas’.
Pía Turner, investigadora de Acción Educar, enfatiza que levantar estos datos es clave, pues el bienestar emocional resulta fundamental para que el aprendizaje pueda darse. ‘Si un niño sufrió algo que hizo decaer su autoestima, por ejemplo, le será muy difícil aprender. En ese proceso, uno muchas veces se equivoca’, explica. Ante los errores, dice, un alumno podría sentir que ha fallado por no tener las capacidades y eso, a su vez, truncar sus avances en las asignaturas.
Entre otros temas que se consultan a los estudiantes están sus expectativas sobre cómo les gustaría que fueran el retorno a clases y cómo ha sido su vida estos meses, tanto en el ámbito personal como en lo académico. ‘Necesitábamos que la información que levantáramos le fuera útil al profesor’, plantea la psiquiatra infantil y de la adolescencia Consuelo Aldunate, una de las especialistas que participaron en la elaboración. ‘Si conocemos cuál fue la vivencia que cada niño tuvo, podemos aportar mejor en cómo los recibimos’, añade la experta.
Los cuestionarios, si bien fueron elaborados en esta instancia, quedarán disponibles para todo el sistema escolar.
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