Experto postula que se debería avanzar hacia un sistema más colaborativo.
En el proceso de admisión que acaba de terminar, el promedio PSU de los planteles privados fue de 564,8 puntos, y el de los estatales fue prácticamente igual: 564, 7, según los datos reportados por la U. Católica de Valparaíso.
Y aunque el número de seleccionados difiere entre los tipos de instituciones (las privadas tienen cerca de 54 mil, versus los 37 mil de las estatales), sí hay otro punto en común: el interés por sus cupos.
Mientras los recintos públicos recibieron 194 mil postulaciones, los particulares recibieron 256 mil solicitudes, lo que implica que, en total, cada tipo de plantel recibió 5,5 postulaciones por vacante. Esto quiere decir que los cupos que ofertaron, en general, fueron igualmente requeridos por los jóvenes que desde marzo serán mechones.
Daniel Rodríguez, director ejecutivo de Acción Educar, asegura que se demuestra “cómo se ha ido consolidando un sistema mixto en educación superior”.
Por esto, añade que una pregunta que debería surgir es: “¿Por qué hacemos tantas diferencias (entre ambos planteles), si los alumnos de alto rendimiento no están haciendo distinciones?”, al momento de postular a los planteles.
Rodríguez agrega que si no hay mayores diferencias en los puntajes promedio de los jóvenes, se debería avanzar hacia un sistema que sea más colaborativo, y que eso, a su vez, “se vea reflejado en políticas públicas y en beneficios estatales, como fondos basales”.
De manera general, el 31% de los seleccionados por las universidades del Estado son alumnos de colegios municipales, mientras que esa cifra baja a 20% en los recintos privados.